¿Qué modelo de crianza aplicás?

¿Cómo educás a tus hijos? ¿Te considerás dominador/a, permisivo/a, positivo/a, o descuidado/a? Incluso habrá etapas de la vida de tus hijos en que predomine uno o el otro estilo.

28 JUL 2018 · Lectura: min.
Los niño/as que crecen dentro de un modelo de crianza democrático, reciben cariño y contención de sus padres, desarrollando alta autoestima y gran empatía hacia sus pares en la sociedad.

En 1983 los psicólogos MacCoby y Martin, esbozaron cuatro estilos de crianza basados en un eje de exigencia materna/paterna, y otro de disposición materna/paterna hacia los hijo/as. Descubre cuál es el estilo que mejor se aplica a tu forma de crianza y recibe unos consejos prácticos para motivar más y mejor a tus hijos.

Respondé el siguiente test para saber cuál es tu estilo parental:


  • El estilo dominador

Este modo de crianza se basa en un rígido control y mucha exigencia hacia los hijo/as; y como contraparte una mínima disposición y reciprocidad de parte de estos últimos. En este modelo los adultos son quienes tienen la primera y la última palabra, mientras los niños obedecen sin abrir la boca. Estas madres y padres suelen esperar demasiado de sus hijos, y para ello imponen una cantidad de reglas y castigos desmesurados cuando no las cumplen. En general no demuestran cariño y son distantes con los miembros de la familia.

Consejo: si tu estilo es dominador, intenta enfocarte en lo positivo que hagan tus hijos para que no desarrollen una baja autoestima. Felicitalos si han hecho bien lo que les pedías o si han tenido iniciativa propia en adelantar algunas tareas. De lo contrario, tenderán a ser sumisos, y a desarrollar trastornos de personalidad, conducta, o alimentación, entre otros.

  • El estilo permisivo

Aquellas madres y padres que aplican el estilo permisivo suelen tener un control muy relajado sobre sus hijo/as, y en contraposición se disponen a atender las necesidades de los niños . Nunca dicen "no" y cuando lo hacen no pueden sostener esta negativa porque los niños ya se han acostumbrado a la manipulación. Esta falta de límites no favorece a los hijos ni al núcleo familiar, porque los pequeños suelen presentar bajo rendimiento escolar y dificultad para cumplir reglas en las instituciones educativas.

Consejo: De vez en cuando debés decir 'no'. Probá tu propios límites y los de tu hijo. El amor de padres también implica aprender a negarse a ciertas cosas porque de lo contrario, tus hijos se comportarán en sociedad como pequeños tiranos dando órdenes y esperando que todo el mundo satisfaga sus necesidades.

  • Estilo positivo

Es el modelo más equilibrado, porque combina equitativamente el control de los adultos y la reciprocidad de los menores. Estas madres y padres ponen reglas muy claras, y además tienen gran disponibilidad al diálogo y a explicar los motivos de sus decisiones y límites.

Consejo: Los niño/as que crecen dentro de un modelo de crianza democrático, reciben cariño, ayuda y contención de sus padres, desarrollan una alta autoestima y una gran empatía hacia sus pares en la sociedad. Pese a ser un modelo equilibrado, corremos el riesgo de tratar a los niños como adultos, explicándoles absolutamente todo. Como consejo, te diríamos que reflexiones qué tipo de cosas deben saber según su edad y cómo comunicárselas de manera que lo entiendan y no se sobreexpongan a información innecesaria.

  • Estilo descuidado

Es un modelo que se basa en un bajísimo control y a la vez muy poca reciprocidad y demostraciones de afecto hacia los hijo/as. El resultado parece evidente: se les escapa todo lo que hacen sus hijos, pareciera no importarles porque hay una gran falta de atención.

Los "dejan ser", es decir que ni exigen ni se muestran predispuestos. Delegan la crianza a terceros como puede ser la escuela o el resto de la familia. Pueden ser adultos que no están emocional o físicamente disponibles. A veces por trabajo fuera del hogar y otras por problemas psicológicos.

Consejo: Estos niño/as crecen en abandono y desamor, desarrollan baja autoestima, no pueden cumplir normas y presentan problemas al relacionarse en sociedad. Si tu tendencia es a ser "descuidado" debés reflexionar ya sobre qué tipo de persona estás criando. Los límites son importantes para darle seguridad y que el niño sienta el compromiso de sus padres hacia sus necesidades.

¿Y vos, qué modelo de crianza aplicás?

Seguramente te sientas identicada/o con muchos aspectos de los arriba descritos, y es que estos cuatro estilos no suelen darse en forma pura, sino que en general las madres y padres combinan prácticas de uno y otro en la búsqueda y el aprendizaje de formar una familia.

Sirven las descripciones y sobre todo las posibles consecuencias de estos modelos para reflexionar sobre nuestros propios modos de crianza y las transformaciones que podemos hacer para lograr el bienestar físico y emocional de nuestros hijo/as y de la familia en su conjunto.

Si necesitás el consejo y la guía de un profesional, es bueno que acudas a un Psicólogo/a que trabaje desde el enfoque de la Psicología educacional, psicología infantil u orientación a padres.

¿Querés seguir leyendo?

¡Muy fácil! Accedé gratis a todos los contenidos de nuestra plataforma con artículos escritos por profesionales de la psicología.

Al continuar con Google, aceptás nuestras Condiciones de uso y Política de Protección de Datos


PUBLICIDAD

Psicólogos
Escrito por

Mundopsicologos.com.ar

Nuestro comité de expertos, formado por psicólogos colegiados, se compromete a proporcionar información y recursos precisos y confiables. Toda la información se respalda con evidencia científica y se contrasta para garantizar la calidad de sus contenidos.
Consultá a nuestros mejores especialistas en psicologia educacional
Dejá tu comentario

PUBLICIDAD

Comentarios 2
  • Fernanda Motta

    La verdad me sentí muy identificada con pequeños fragmentos de los cuatro modelos... a veces quiero que mi hijo sea perfecto y no me doy cuenta de que lo perjudicó más de lo que lo ayudo.

  • Analía Haedo

    Permisivo, y hoy me di cuenta que lo perjudica mucho en el colegio, tengo mi hijo de 6 años padece t.d.a.h trastorno déficit de atención hiperactividad, me quiero morir porque al no saber yo dándole todo, y consintiendo en todo lo perjudiqué mucho más sin saber el transtorno de conducta que tiene.

PUBLICIDAD