5 claves para salir de tu zona de confort

¿Qué es la zona de confort? Cuando hablamos de esto nos referimos a la idea de "conformismo", es decir, asumir que una forma de vida es definitiva porque es cómoda. Nos gusten o no las cosas tal y como están, quedarnos atrapados en esa instancia de comodidad reduce nuestros horizontes. Por miedo evitamos plantearnos metas y nuevos desafíos que nos ayuden a crecer.

Nos sobran los dichos populares para referirnos a la zona de confort: "mejor malo conocido que bueno por conocer" o "más vale pájaro en mano que ciento volando". Ahora, una cosa que todos deberíamos preguntarnos es si esta zona de confort es realmente cómoda o si nos genera inseguridad, baja autoestima y miedo. En ese caso, quedarse en los límites de lo cotidiano hace que nos sintamos cobardes y poco capaces de emprender nuevos desafíos. Pero...¿estamos dispuestos a arriesgarnos?

Muchas personas están en una zona de confort y ni siquiera son conscientes de ello. De ahí vienen los malestares y las consultas psicológicas. La zona de confort no está buena y hay que salir, superar, cambiar. El problema es el miedo: ¿y si dejo todo y sale mal? Una analogía para ser más claros. Ahorraste años para comprarte un barco y salir a recorrer el mundo. Lo tenés, es tuyo, podés salir ya a navegar. Pero preferís anclarlo en el puerto. Vas todos los días a verlo, lo limpiás, lo pintás, lo cuidás, pero no salís porque tenés miedo de no saber manejarlo bien o de cruzarte con un barco más grande, encontrarte con una marejada, etc. El miedo te paraliza y optás por quedarte a imaginar posibles viajes antes que emprenderlos.

Cómo salir de la zona de confort

Salir de la zona de confort no es más que apostar todo a una sola carta. Tarea más que difícil de emprender porque siempre existe la posibilidad de perderlo todo. Ahora, pensá en los beneficios que te puede traer y en lo feliz que podés ser.

1. Imaginá, soñá y valorá los pros y contras de cada mundo posible que construís. Normalmente el pro de la zona de confort es quedarte como estás. Pero eso no es ventaja. El miedo a ser criticado, a perder amistades que no suman, miedo a mostrarte y que te rechacen...no es más que una desventaja. Conocer gente nueva, animarte e decir lo que sentís y lo que querés es pura valentía. Es la única forma de conseguir tus metas.
2. Pensá en alguien que conozcas que no sea nada conformista y que persiga sus sueños. ¿Ya está? Planteate ser como esa persona al menos por un día. Pero no con sus gustos y valores, sino con los tuyos. Adoptá su valentía y coraje. Sólo es un día. Después podés volver a ser vos mismo y evaluar cómo te sentiste repensando lo que querés y lo que te gustaría ser o hacer.
3. Buscá pequeños cambios en tu vida. ¿No sabés si seguís enamorado de tu pareja? ¿te parece que necesitás tomar distancia? Buscá pequeñas cosas que te ayuden a salir de esa zona de confort. Hacé más cosas por tu cuenta, encontrate con tus amigos, retomá tus hobbies, etc. Todos esos cambios te dan las pistas que necesitás sobre el estado de la relación y te van a ayudar a ver con más claridad lo que necesitás.
4. Asumí conscientemente tu zona de confort. Imaginate que tu problema es que te compraste una casa y querés independizarte pero no encontrás nunca el momento. A lo mejor pensás que si te quedás un tiempito más con tus viejos vas a poder ahorrar más dinero para comprarte un auto o hacer un viaje. Son todas excusas para evitar el desafío. Para afrontar la situación podés pensar que la realidad nunca es tan mala como solemos anticiparlo. Tenemos la tendencia a dramatizar y sobredimensionar las cosas.
5. Visualizá tu futuro. Tenés dos opciones (o más): a) como vas a estar si todo sigue como ahora, b) tu futuro ideal. ¿Coinciden? ¿Cómo deberías hacer para que esos dos mundos se encuentren? ¿Te animás a hacerlo? No te preocupes si te sentís ansioso. Algo de ansiedad es positivo. Te ayuda a sentirte vivo y a actuar. Cada día es una oportunidad de cambio.

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