Alcoholismo y abuso del alcohol en la adolescencia

El alcohol representa una droga "lícita" con la cual se inician los jóvenes porque es barata, accesible y socialmente aceptada. Las publicidades, como grandes centro del consumo entienden perfectamente que la adolescencia es una etapa muy vulnerable, para manipular y lograr determinados fines que seguramente no hacen a una sociedad sana.

Las bebidas alcohólicas suelen aparecer asociadas con el éxito social, en los negocios, en el deporte, en las relaciones afectivas. Los momentos más románticos se acompañan con vino o champagne. La cerveza patrocina al seleccionado nacional de fútbol. Muchas cosas generan que el adolescente beba, entre ellas la presión de los grupos de adolescentes. A menudo, el consumo de alcohol es exaltado como un desafío que convierte el abuso en un falso valor.

Hay, además, una cultura que favorece el consumo del alcohol. Asimismo, muchos de los espectáculos deportivos, que tienen por mayoría de público gente joven, tienen como publicidad marcas de conocidas bebidas alcohólicas, y sin ir muy lejos, la selección nacional tiene como patrocinio la marca de cerveza más conocida de la Argentina.

¿Qué significado guarda este consumo desmedido o inadaptado del alcohol en los adolescentes?

Para algunos, significa el falso atractivo de entrar en el mundo de los adultos y romper con pautas que marcan el universo de la niñez. Para otros, la presencia del alcohol significa, una verdadera diversión y esto es porque el alcohol, aun consumido en pequeñas cantidades, estimula la corteza cerebral, volviendo a las personas desenfadadas, afectando las emociones, los procesos de pensamiento y del juicio, y consecuentemente les genera una pérdida del autocontrol. Y por qué no, la propia enfermedad del alcoholismo, que es el deseo compulsivo de beber, el cual es lento y progresivo y a menudo mortal.

¿Qué desencadena el abuso del alcohol en la adolescencia?

Lógicamente cerebros dañados, que son atacados en primer lugar y con toda la fuerza, a un estrato social vulnerable (adolescencia), y a partir de dicha etapa, que es la puerta de acceso a los demás estadios evolutivos del individuo: jóvenes, adultos, viejos y niños, obtendremos una sociedad enferma y por ende, un país sin futuro, un país truncado.

Antes lo más común era hablar de mujeres e hijos de alcohólicos. Pero cada vez es más frecuente ver padres, amigos y maridos, ya que en los últimos años se incrementó el número de adolescentes y mujeres que tienen problemas con el alcohol.

Otra cosa que se relaciona con la cantidad o la frecuencia del consumo del alcohol y la "viveza de los adolescentes", es que creen que tomar grandes cantidades de alcohol es de fuertes, y débil aquel que con pocas cantidades se emborracha. Esto es ilógico, porque es preferible emborracharse con poco ya que esto demuestra que el organismo rechaza más al alcohol, y que nuestro organismo está más sano.

Por ejemplo: si vertemos un dedo con una herida en un vaso de alcohol, ¿qué sucede? ¿un fuerte ardor, no? ¿acaso no lo usamos para desinfectar bacterias (matar células)? ¿qué le sucede a una mosca si la depositamos en un recipiente de alcohol a diferencia de uno con agua? Del recipiente de agua el insecto saldrá vivo, pero del de alcohol seguramente no. Entonces me pregunto qué le sucede a nuestras células del cerebro. No más que MATARLAS, no más que lastimar las células irreproducibles que se encuentran en el prefrontal que nos diferencia del mono. No más que atontarnos y animalizarnos.

Y ¿esto quién lo maneja , ¿qué se busca?

Los capos o miembros de grandes organizaciones del consumismo tienen como objetivo además de obedecer su insaciable ambición, alimentar a un conjunto de vulnerables y transformarlos en simples marionetas o animales salvajes incapaces de reflexionar, pensar, tener conciencia y poder expresar con un lenguaje elaborado lo que sentimos y pensamos.

Según el SEDRONAR un informe del año 2006, el 70% de los adolescentes argentinos abusa del alcohol y solo un 30% no consume.

¿Qué quiere decir esa estadística? Significa que si no trabajamos en la prevención desde diferentes ámbitos, seremos cómplices de un país en el cual el alcohol y otras drogas darán lugar a marcadas estadísticas de violaciones, desocupación, fracaso escolar, pobreza, falta de proyectos de vida, delito, paternidad adolescente, etc.

Desencadenando de este modo a individuos suicidas, violadores, esquizofrénicos, depresivos, violentos, panicosos, celotípicos, paranoicos.

Y de este modo obtendremos, como dije anteriormente, cerebros dañados y un país nefasto.

No es mi intención catastrofizar la visión de futuro, sino que pretendo hacer un llamado de atención a todos los adultos: docentes, profesionales de la salud, religiosos, y quién tenga la vocación de trabajar y concientizar, apostando y comprometiéndose con ese 70% de adolescentes que abusa del alcohol y aún está a tiempo de ser parte de ese 30% que no consume.

Reiterando y resaltando lo que implícita y explícitamente dije: es la adolescencia, la población a la cual debemos cuidar, atender y dedicarnos permanentemente porque de ellos depende nuestro futuro. Y de esta manera estaremos colaborando no solo con la prevención, sino también a una argentina con cerebros sanos, a una sociedad sana, por lo tanto a un futuro íntegro.

Lic. Prestofelippo María Eugenia

Mat: 1208

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