Algunos consejos para que mantengas y realices los propósitos de Año Nuevo

Para mantener intactas nuestras promesas de mejoras vitales, y mucho mejor, para llevarlas a cabo en el año que comienza, te sugerimos algunos consejos que mejorarán tu calidad de vida psicológica, social, física, intelectual y emocionalmente.

Que nuestro propósito sea muy esfecífico, y en verdad realista.

A la hora de pensar un propósito tenemos que planificar en detalle cómo haremos para lograrlo, ponernos fechas y plazos durante 365 días.

Por ejemplo, si queremos aprender un oficio a través de un taller, pensemos de qué tiempo disponemos hoy mismo ó si debemos dejar alguna actividad, administrar mejor el tiempo, y de ser necesario pensar quién va a cuidar a nuestros hijos en el momento que dediquemos para nosotras.

Focalizarnos en ese único propósito

Poner todas nuestras energías y pensamientos en ese propósito, por lo menos hasta que hayamos arrancado y lo veamos encaminado. Ponernos muchas metas sólo hace que atomicemos fuerzas y tiempo en varias cosas a la vez, y en general, no podamos cumplir ninguna.

Empezar Ya! no en las puertas del nuevo año

Comencemos ahora mismo. Si nuestro propósito se toma vacaciones, es probable que nunca tengamos ganas de dar el primer paso. Porque luego del verano empieza el año con la corredera de todos los días, las cotidianidades que nos acompañan del año anterior y otra vez dejemos en el baúl de las promesas incumplidas a nuestro anhelado deseo de año nuevo.

Empezar a dar pasos pequeños pero seguros

Este consejo está relacionado con el anterior. Comenzar hoy mismo no significa de un vez querer cumplir la meta en pocos días. Esta ansiedad no nos lleva a ningún lado. Dar el primer paso, pequeño pero seguro, nos da impulso para adelantar el segundo y así caminar con ganas y energías en dirección a nuestra meta.

Aprender del pasado, y sobre todo de los errores

Si nuestro propósito de año nuevo es un viejo anhelo que se ha postergado durante años, te sugerimos que vuelvas a consejo número uno. Es en el momento de la planificación donde debemos revisar que ha pasado antes que nos impidió realizarlo. No pusimos suficiente voluntad? No nos hicimos el tiempo? Las condiciones no estaban de nuestro lado? Quienes no conocen ni aprenden del pasado, están condenados a repetirlo. Es una frase tan conocida como cierta, y aplicable a cualquier situación de la vida.

Los cambios no se dan mágicamente de una vez, sino que llevan su tiempo

Bajar de peso es un propósito que puede lograrse con cierta facilidad pero es muy difícil de mantener si nuestra tendencia natural de nuestro cuerpo es la contraria. Este es un buen ejemplo de aquel propósito que requiere de mucho tiempo. Muchos propósitos a nivel no sólo físico sino emocional ó psicológico son parte de procesos, que a veces, se prolongan durante toda la vida. En general todos los cambios trascendentales de la vida son procesos largos, que hay que comprender y acompañar si de verdad queremos cumplirlos.

Ser pacientes y tolerantes en el aprendizaje

Este consejo también está ligado al anterior. Ser pacientes y tolerantes con los errores propios y de los demás nos ayuda levantarnos después de cada caída. Los cambios se aprenden y se aprehenden, andándolos,a travesándolos, haciéndolos y deshaciéndolos. No abandonemos a la primera dificultad nuestro tan buscado deseo.

Dejar que nos ayuden y buscar apoyos

Involucremos a nuestros seres queridos en nuestros planes. A los amigos, a la familia. Seguramente alguien nos ofrecerá su ayuda y podremos quitanos un poco de peso de nuestras espaldas durante los 365 primeros días de nuestro plan. En el mejor de los casos nuestro plan es una idea colectiva y contándolo podemos sumar gente a la tarea!

Renovar la motivación personal y llevar un registro periódico

Poner sobre el papel nuestras ideas (ó sobre un archivo digital, ó un audio, lo que nos resulte más cómodo) nos permitirá llevar un registro de los cambios diarios ó periódicos. Saber exactamente cuánto hemos avanzado en el propósito, y cuánto nos falta aún. Renovar las fuerzas cuando flaqueamos, por no ver en lo inmediato los resultados, ó porque el proceso es demasiado largo y tortuoso. Otra vez, contemos lo que nos pasa, hablemos con aquellos qeu ya hayan atravesado estos cambios y sobre todo busquemos fuentes de inspiración cotidianas que nos alimenten el ánimo, la autoestima y las habilidades innatas que todos llevamos dentro.

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