Aprendé de tus fracasos profesionales

Todos sufrimos en algún momento un revés  en nuestra carrera profesional. Es inevitable. Seguramente habrá experiencias donde ponemos lo mejor de nosotros, preparamos un trabajo o una presentación, tenemos la confianza de que todo saldrá perfecto pero por algún motivo, todo falla.

La vergüenza y el golpe a nuestra autoestima pueden ser tan dolorosos como un dolor físico. Nos sentimos frustrados, nos arrepentimos de haberlo hecho e intentamos olvidarlo para siempre en lugar de aprender de estos episodios.

Es normal que la mayoría de las personas intenten superar el fracaso o el mal resultado abocándose a otra cosa y no hablando más del tema. Sin embargo poder reflexionar y sacar conclusiones de nuestras fallas nos ayuda a mitigar el golpe anímico y generar oportunidades de crecimiento profesional.

¿Cómo utilizar tus fracasos positivamente?

• Hablá sobre tus fracasos. Puede que tratar de hablar o conversar sobre el acontecimiento fallido te provoque angustia, frustración o estrés. No querrás hablar más del tema con nadie para poder olvidarlo rápidamente.

Sin embargo, siempre es saludable hacernos concientes de nuestros errores y para ello es necesario conversar con todos los que intervinieron en nuestro fallo para que nos digan lo que vieron mal.

Hablar grupalmente sobre los fracasos fortalece las relaciones laborales y organizacionales. Mejorar la comunicación entre compañeros y observar nuestras fallas nos posibilitará superarnos profesionalmente.

• Analizá tus errores productivamente. Poder observar tus caídas para mejorar en lo que haga falta te permitirá ser más eficiente. Existen fracasos que combinan causas personales con causas del entorno laboral o del contexto.

No somos totalmente responsables de ellos y tampoco podemos evitarlos siempre. Pero si sabemos  observarlos, analizarlos y entenderlos podemos utilizarlos productivamente.

Por otra parte, hacer que todos tomen conocimiento de los inconvenientes que se dan en áreas profesionales nuevas o desconocidas, ayudará a evitar que los demás cometan los mismos errores y tengamos organizaciones ineficientes.

• Fortalecé tu grupo profesional. Hablar de tus fracasos desde la humildad humaniza las relaciones de trabajo y entre colegas. Si solo mencionás tus logros, generarás  apatía entre tus compañeros y te verán como alguien narcisista y soberbio.

Hablar de tus tropiezos te mantiene en paz con vos mismos y mejora el vínculo con tus colegas que también te harán participar cuando les ocurran infortunios.

• Creá espacios de confianza en tu ambiente profesional. Tal vez te resulte muy difícil exponer  tus fallas ante un público global o ante toda una organización; pero sí será aliviador y útil hacerlo en grupos más reducidos.

Es importante generar dentro de las organizaciones espacios de confianza reducidos, para conversar sobre los errores que se comenten.

Antes de hacer una catarsis egocéntrica sobre lo ocurrido, resulta conveniente abrir la pregunta a todos tus compañeros para darles la oportunidad de ayudar y que aumente su compromiso profesional.

En la actualidad los especialistas en psicología organizacional, ven en el error un importante factor positivo de aprendizaje. Equivocarse y seguir para mejorar es el perfil deseado por la mayoría de las empresas. La resiliencia se ha convertido en una virtud fundamental para el desarrollo profesional.

Siempre será mejor aprender a convivir con tus fracasos, porque estarán a lo largo de toda tu carrera profesional. Sera tu decisión hacer  de ellos una oportunidad para crecer o no.

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