Cómo aumentar nuestra autoestima

La autoestima baja se acompaña de otros problemas que son más evidentes y por los que se recurre a la ayuda profesional. Por ejemplo la ansiedad, la depresión, los trastornos de conducta, el estrés, las adicciones, entre otros.

Es importante tener una autoestima alta para llevar una calidad de vida de bienestar físico y emocional. Lo primero es conocer los síntomas que pueden estar alertándote sobre una baja autoestima.

Te invitamos a resolver este test para saber cómo están tus niveles de autoestima

Si ya realizaste el test, aquí tenés los resultados:

¿Cuáles son los síntomas de la baja autoestima?

• Inseguridad de vos mismo. No te esforzás por conseguir lo que querés porque de antemano creés que vas a fracasar.
• Aislamiento. Tenés miedo al rechazo por manifestar tus ideas u opiniones en un entorno social.
• Indecisión y necesidad de aprobación. No hacés nada arriesgado o importante sin consultar con otros. Creés que cualquier decisión que tomes sobre tu propia vida será incorrecta.
• Rechazo de vos mismo. Creés que los demás son siempre mejores que vos. Por eso tus logros se deben a causas externas y tus fracasos son culpa tuya.
• Insatisfacción. Casi nunca estás contento con lo que hacés y siempre pensás que vas a estar mejor.
• Infelicidad. Nada te hace feliz, ni siquiera los pequeños placeres cotidianos.
• Debilidad constante. Nunca te detenés a pensar en tus fortalezas, no creés que las tengas.
• Nerviosismo. Siempre estás pensando en el qué dirán, todos te juzgan.
• Culpabilidad. Todo lo malo es responsabilidad tuya.
• Envidia. La vida de los otros siempre es mejor que la tuya.
• Desamor propio. Te sentís feo o poco atractivo.

Si te identificás con algunos de estos síntomas, te mostramos que subir tu baja autoestima no se da de un día para el otro; pero ciertamente es más fácil que seguir manteniendo todos esos pensamientos negativos. ¡Manos a la obra!

• Aceptá como sos y dejá de darte latigazos por todo

Pensá y escribí una lista de las virtudes que te conozcas. Alguna debe haber, hacé un esfuerzo por econtrarla, y apoyate en ella para empezar a tener una mirada positiva de vos mismo. Agregá a esa lista tus defectos, porque lo importante es que te aceptes como sos, con tus cosas buenas y con las que no lo son tanto.

Releé esa lista diariamente hasta que seas consciente de lo bueno que tenés adentro y que es necesario manifestarlo hacia afuera.

• Pensá en positivo

Modificá de a poco tu estructura de pensamiento. Dejá de lado frases como "no puedo" y reemplazalas por "me va a ir bien", "voy a intentarlo aunque me equivoque", "si me equivoco empiezo de nuevo". Escribí estas frases y pegalas en la heladera, o en los lugares que frecuentes de tu casa. Las lógicas de pensamiento se cambian con la práctica, y con el hábito de internalizarlas.

• Asistí a reuniones sociales pequeñas

No creas que de un día para el otro todas tus inseguridades se acabarán y saldrás al mundo con la frente en alto. Es un proceso pero es absolutamente posible lograrlo. Aceptá una reunión con amigos, con poca gente, empezá a contar tus opiniones e ideas, con pequeñas frases, sin llamar demasiado la atención.

• No te compares

No pienses en vos siempre en relación al resto. Todas las personas somo diferentes y tenemos cada quien un mundo propio. Intentá pensar en lo que te gusta, no en si le gustará a los otros. Establecé pequeñas metas a cumplir pero que tengan que ver solo con vos, con lo que te gustaría para tu vida.

• Perdonate

Escribí sobre aquello de lo que te sentís culpable. Lo que te hubiese gustado hacer o tener y dejaste pasar. Sé un juez implacable de vos mismo. Reprochate aquello o aquellas personas que perdiste por cobardía o debilidad. Leelo y releelo. Si hay algo de lo perdido o lo hecho que se puede remediar tomalo en cuenta y anotalo en otro lado. Después rompé ese primer papel y tiralo a la basura. Olvidate de todo aquello y volvé a empezar. Perdonate a vos mismo para empezar a dejar la culpa atrás.

• Tomate tiempo para vos

Hacé cosas que te hagan feliz. Andá al cine, a bailar, pintá tu casa, arreglá los muebles, cantá en la ducha. Desarrollá tus habilidades y si pensás que no tenés ninguna empezá a buscar cosas que puedas aprender. Equivocate en la búsqueda y seguí buscando.

• Amate incondicionalmente

Cada noche antes de dormir pensá en aquellas cosas buenas que te pasaron en el día. Y si hubo cosas malas pensá que mañana será el día para mejorarlas. Abrazate al despertar.

Tené paciencia y sobre todo constancia. Practicá estos consejos cada día durante un par de meses.

De a poco empezarás a sentir que el rechazo se aleja y un día vas a mirarte con cariño, a recuperar el amor que en algún momento tuviste por vos mismo. Amate incondicionalmente, estás destinado a convivir con vos el resto de tu vida.

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