Cómo recuperar una vieja amistad

¿Se puede reconstruir una amistad perdida?

Las amistades que han sido duraderas, ocupan un lugar único  en nuestras vidas que no se puede reemplazar con ningún otro vínculo. Se trata de  personas con las que hemos vivido momentos e historias que nos marcaron para siempre.

Con ellas compartimos secretos íntimos y memorables que tal vez nadie más sepa. Sin embargo  son pocos quienes consiguen conservar durante toda su vida una amistad con la misma cercanía.

A veces nos distanciamos por peleas fuertes que no pudimos solucionar, otras veces porque tomamos diferentes caminos,  nos mudamos de ciudad, o simplemente porque nuestras rutinas diarias no nos dejan tiempos para encontrarnos. Y  hoy, de repente podemos ver a alguien que fue muy importante para nosotros y sentir que es solo un conocido/a.

La amistad, como cualquier relación afectiva, puede resurgir con el tiempo. Si esto es realmente importante para vos,  no esperes más, tomá la iniciativa y trabajá para acercarte a esa persona añorada.

Animate a un acercamiento

• Antes que nada analizá la situación. Preguntate por qué y cómo fue que  perdieron el contacto; cuáles fueron las razones; qué sabés de su vida y qué sabe de la tuya. Tener en claro esto te ayudará a planificar  tu acercamiento y así edificar una amistad más sólida y cercana.
• ¿Estás seguro/a? Preguntate si realmente deseás volver a vivir esa amistad. Pensá bien para no arrepentirte. Tratá de no idealizar a la otra persona, recordá los motivos concretos que te alejaron y tené en cuenta que ahora serán casi dos desconocido/as.
• Calibrá  tus expectativas. Con el paso del tiempo probablemente la otra persona haya tenido cambios importantes en su vida, considerá que tal vez no le interese recuperar tu amistad.
• Focalizá en un objetivo. Si están viviendo una etapa similar, comunicate y pedile consejos. Este tipo de conversaciones con un objetivo concreto te permitirán recuperar el contacto.
• Hacé una prueba de su recepción.  Enviale un mensaje, para darle tiempo y poder notar su reacción antes de un encuentro personal. Esto te ayudará a saber qué tan receptiva esta la otra persona y así proyectar tus acciones y expectativas.
• No presiones ni fuerces las relaciones. Ambos han cambiado con los años. Andá despacio. Tené paciencia para entrar de nuevo en la vida de esa amistad alejada. No la invadas con preguntas íntimas, ni cuentes tus asuntos delicados al comienzo, precipitarse puede abrumar al otro/a.
• Acercate como si nunca se hubieran conocido. Seguramente el tiempo ha modificado sus vidas. Poné  atención en todo lo que te cuente, interesate por sus cosas y tratá también de compartir tus gustos.

Una buena amistad mejora nuestra calidad de vida, permitiendo sentirnos más felices y combatir el estrés, la depresión y la ansiedad.

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