¿Cómo sé que mi familiar sufre alcoholismo?

¿Qué es el alcoholismo?

El alcoholismo es una enfermedad crónica y progresiva que puede ser mortal; es una enfermedad en sí misma y no un síntoma de otras enfermedades o problemas emocionales.

Es producido por la combinación de factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, produce un daño cerebral progresivo y su consecuencia final es la muerte.

¿Cuándo comienza la adicción?

Muchas personas con problemas de adicción no pueden percibir cuándo su consumo está saliéndose de control.

El abuso del alcohol es un enfermedad que atraviesa un largo proceso, y generalmente quienes la padecen no se dan cuenta hasta que las consecuencias son relamente graves.

La persona comienza abusando del consumo de alcohol; pero no se convierte en alcohólico desde el primer momento en que se pone en contacto con la bebida, sino que pasa algún tiempo entre el inicio del consumo y la instalación del alcoholismo. Con el tiempo se desarrolla una adicción y la consecuencia es el alcoholismo crónico.

Aunque el consumo de alcohol está socialmente normalizado, todo el mundo sabe que es una droga tan nociva y depresora como otras sustancias no legales ó incluso como la nicotina del cigarrillo. El alcohol, al igual que las demás, conlleva graves consecuencias biológicas, psicológicas y sociales.

¿Cuánto tiempo puede pasar hasta convertirse en adicción?

El tiempo depende de factores individuales, mientras para algunas personas es muy rápido convertirse en adictas, para otras sucede todo lo contrario. En todos los casos lo determinante es la continuidad del consumo, y con cada consumo, aumenta el riesgo de llegar a la fase de alcoholismo.

El alcoholismo es una enfermedad que se caracteriza por la dificultad para controlar el consumo de estas bebidas. Una persona que desarrolla una dependencia al alcohol no puede parar de beber una vez que empieza, lo que genera consecuencias negativas en todas las esferas de su vida. Y también en su entorno.

La familia de la persona alcohólica

Es común escuchar de estas personas justificarse con frases como "el alcohol es legal", " hace bien al corazón", ó " yo lo controlo".

El alcoholismo es una enfermedad familiar que daña seriamente a todo el entorno de quien la padece. Toda la familia esta involucrada emocionalmente con el adicto, de la misma manera que lo estarían con cualquier otro familiar que se enfermara; pero en el caso del alcoholismo, la implicación es más profunda, porque este padecimiento afecta física, mental y espiritualmente a todos quienes tengan contacto con el alcohólico.

Las personas más cercanas son las que sufren más. La familia padece los efectos del alcoholismo porque se ve afectada cuando el alcohólico pierde su trabajo, cuando el ingreso familiar se gasta en la bebida, ó cuando los parientes y amigos evitan al adicto y a su familia. La conducta de un alcohólico es impredecible, por lo que aumenta el temor de que las situaciones desagradables se repitan. Los invade la angustia y la vergüenza.

¿Cómo sé si un familiar es alcohólico?

Las personas que padecen esta adicción niegan el consumo de bebidas alcohólicas y sobre todo niegan tener un problema.

Hay gente que es capaz de beber sin que se le note, y esto se traduce en un riesgo mayor, porque el alcoholismo es una cuestión de tiempo, y es necesario percibir los síntomas antes de que sea demasiado tarde.

Aquellos que tienen problemas con el consumo de alcohol presentan además otros problemas de salud, como ansiedad y depresiones graves.

Podés estar pendiente de estas características que se traducen en conductas sintomáticas:

Necesidad de tomar bebidas alcohólicas: pasa del simple deseo a una necesidad urgente.

Tolerancia en aumento: cada vez se beben más cantidades de alcohol para sentir su efecto.

Pérdida de control: no es posible dejar de beber una vez que se empieza.

Dependencia física: si se deja la bebida se sufren síntomas de abstinencia como temblores, náuseas, ansiedad y sudoración.

¿Cómo ayudar a un familiar alcohólico?

1. Hablá con él. Pero no lo hagas cuando la persona haya estado bebiendo. Buscá el momento en que esté sobrio y lo menos preocupado posible. Preguntále por que necesita beber, qué lo aflige, que experimenta cuando bebe, y cuando no lo hace.

2. Evaluá la posibilidad de proponerle que deje la bebida por su cuenta.

3. Si considerás que el consumo se ha prolongado durante varios años, lo más seguro es que el cuerpo del adicto estará en un estado grave y será incapaz de dejar de beber por sí mismo.

4. Proponéle buscar ayuda fuera de la familia. El alcoholismo no se puede tratar en casa. Ingresar en un grupo de alcohólicos anónimos es una opción. También está la alternativa de visitar un profesional de la salud mental que lo atienda de manera privada en un consultorio.

Todos estos pasos conducen a un mismo camino: la inserción del adicto a un programa de rehabilitación del alcoholismo.

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