Crisis existencial - Violencia - Influencia Cultural

El mensaje social "tú no existes" - con la carga de violencia pasiva que incluye- es facilitador de terreno fértil para que "germine" una crisis existencial: somos seres-en-situación

8 ABR 2019 · Lectura: min.
Crisis existencial - Violencia - Influencia Cultural

¿Qué podemos extraer de un fragmento del paisaje cotidiano violento ?

La ignorancia del otro, en el sentido de una relación con el prójimo en la que el mensaje es "tú no existes" demoledor para cualquier aparato psíquico, hasta para el ser humano más fuerte y bien plantado tiene consecuencias devastadoras. Hay un bombardeo permanente de este tipo de violencia.

Ni hablemos del respeto por los derechos de cada uno: si no existo todo lo demás ya pierde sentido.

Esto en los niños es esperable, en un momento lógico de egocentrismo, etapa que Lacan nombra como "transitividad" y refiere a la agresividad por la rivalidad imaginaria en la que hay un lugar para dos y el niño lucha por ese lugar porque sino queda sin alguno... que en los adultos se mantenga este patrón es grave, preocupante e indicador de inmadurez...

El foco está hoy en la violencia naturalizada que circula entre iguales.

Si la violencia engendra violencia, habrá que cambiar cada uno acción y reacción independiente de lo que hagan los otros, dejar de funcionar en espejo, correrse expresamente del lugar de rivalidad imaginaria, ya que no hay un lugar para dos. Hay tantos lugares como personas y si no hay, se construyen.

Implica respetar al otro y a sí mismo, valorizar el proceso y disfrutarlo, tener proyectos a largo plazo, un ambiente lo "suficientemente bueno": "confiable" posibilitador de un espacio lúdico, cultural, lo es posible porque hay un padre -Ley- que lo sostiene.

Registrar al otro, transmitirle: "te reconozco", me pongo en tu lugar y a la vez sigo siendo yo mismo.

Aprender de la diferencia, tolerarla. Hablar en vez de actuar, tomar el diálogo como medio de acercamiento entre diferentes como un puente que une y no como un abismo separador.

Es un hilo conductor que atraviesa todo trabajo terapéutico, más allá de cuál sea el motivo explícito de consulta.

Fuentes Consultadas:

"Tótem y Tabú", S. Freud

"Malestar en la cultura", S. Freud

"Escritos de Pediatría y Psicoanálisis", D. Winnicott

" El estadio del Espejo", J. Lacan

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Escrito por

Lic. Cristina Cubisino

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