Decir 'no' a los hijos también los educa

Aprender a decir NO

Es cierto que a veces dejamos que hagan todo lo que nuestros hijo/as quieren porque estamos cansados después de la jornada laboral, porque preferimos "no escucharlos quejarse", y por otras tantas excusas válidas. Sin embargo "dejarlos hacer" a su antojo es muy perjudicial para ellos, para la familia, y para todo el entorno social.

Cuando decimos que NO a ciertos caprichos, los estamos ayudando a sentirse seguros con ellos mismos, y aunque no lo vean en el momento, a ser más felices. Los niños y niñas con límites claramente definidos por su madre y padre son personas que saben a qué atenerse, y al no acostumbrarse a manipular a los demás para conseguir lo que quieren; aprenden a pedir las cosas con respeto, a disfrutar de lo que tienen y a no tiranizar ni pasar por encima a los demás.

Los niños y niñas aprenden rápidamente a conocer los comportamientos de los adultos, desarrollando la capacidad de manipularlos emocionalmente para conseguir todo lo que buscan.

Practicando límites

Nuestros hijo/as prueban todas las posibilidades de salirse con la suya. Van experimentando los límites de los adultos y los suyos propios. Quieren saber hasta dónde pueden llegar. Cuando establecen ese parámetro valiéndose de llanto, gritos, tirando juguetes y demás berrinches; usarán esas armas hasta el cansancio.

Si los dejás que se acostumbren a comportamientos de este tipo y como "premio" terminás diciéndoles que "Sí", será cada vez más difícil volver a establecer límites, si es que alguna vez se los pusiste.

Es importante hacer el esfuerzo de mantener los límites, de establecer pautas que no se rompan, aunque llegues del trabajo cansada/o o te duela la cabeza de escuchar llantos y gritos. En un breve tiempo el niño/a aprenderá a respetar esas normas entendiendo que ya no le sirven sus armas de manipulación. Por supuesto límites no significa castigos o que vos te conviertas en tirana/o. Las reglas de convivencia deben hacerse respetándose entre adultos y menores y siempre en un ámbito de amor y comunicación.

Cómo decir NO

Firmeza: No temas confrontar con tu hijo/a; mantenete firme en la negociación y si vas a recompensarlo con una propuesta alternativa, que esa recompensa no sea material sino algo que deje un aprendizaje positivo y de amor al niño/a.

Calma: Es importante que no te alteres emocionalmente, podés lograrlo mostrando indiferencia ante las conductas manipuladoras como llantos o gritos. El niño/a en algún momento comenzará a tranquilizarse.

Práctica: : Aprender a decir "NO" es una habilidad que puede ser aprendida. Solo necesita de mucha práctica, constancia y paciencia.

Si perseverás en ella poco a poco y naturalmente los límites se irán fijando en tus hijo/as y la convivencia será más fácil, amable y en un entorno de amor y respeto.

¿Qué aprenden con un NO?

Fundamentalmente aprenden a ser personas resilientes, que no es lo mismo que sumisas, sino capaces de tolerar dificultades y obstáculos que se le presentarán en su vida adulta. Adultos que no caigan en depresión o frustración fácilmente, sino que aprendan de las experiencias negativas, y sigan esforzándose para conseguir sus logros.

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