El acto de morder

¿Qué hacemos cuando los niños muerden? ¿Qué hacer con la agresividad? ¿Les brindamos modelos de identificación?

10 AGO 2017 · Lectura: min.
El acto de morder

Para los niños, la entrada al jardín maternal (que se da entre los 45 días y 3 años) significa el primer paso afuera del seno materno, hasta ese momento han tenido contactos con padres o quienes cumplan esa función y allegados a ellos. Esto significa que los vínculos que acompañan la escolarización son el inicio de las relaciones sociales. En esta nueva etapa el niño se enfrenta a experiencias nuevas acompañado de pares con quienes compartirá espacio, juguetes, y figuras referentes del jardín.

Para hablar de actos tales como morder y/o pegar es necesario partir de algunos puntos fundamentales:

El hecho de ser seres humanos diferenciados del resto de los animales implica que nos constituimos en relación a los otros, es decir, en sociedad. Esto significa que todo acto realizado por el cuerpo está atravesado por la significación dada por los otros. Es decir, el organismo deja de ser solo un organismo para convertirse en un cuerpo (damos el paso de animal a humano) cuando hemos ingresado mundo del lenguaje.

Es parte del proceso constitutivo del sujeto cierta cuota de agresividad en los vínculos. Esta agresividad inicial irá tomando diversas formas.

…"Se le habla al cuerpo del niño, se lo nomina, se lo ordena, se lo equilibra, se lo esquematiza para que él pueda dominarlo y conocerlo. Así se va conformando y determinando el esquema corporal, hilvanándose en la subjetividad naciente"…(Levin, Esteban. La infancia en escena. Pag. 88. )

Durante el primer año de vida aproximadamente podemos ver que el bebe se introduce a la boca todos los objetos que toma, esto no es una casualidad sino que la oralidad es un medio por el cual descubren y exploran el mundo. El morder puede ser un impulso ante la necesidad de alimentación, o la tensión que produce la dentición, pero a medida que el acto se presentifica, ira siendo nombrado y significado por los otros. En este camino, el morder, se ira convirtiendo en un evento que adquiere diversos sentidos y es ahí donde el niño requiere del Otro (madre, padre, o quienes ejerzan esa función) que le ofrezca un espacio virtual donde poder apropiarse de un saber hacer con su cuerpo.

En este sentido, en los primeros años de vida, el acto de morder podrá convertirse en una manera (poderosa) de comunicar algo, de controlar al ambiente, de probar, explorar, descargar tensiones, probar su poder, llamar a la mirada del otro, ansiedades, miedo, celos, demasiada presión, exposición a violencia, etc. En fin, para el acto de morder habrá tantas causas como niños que muerden. Por lo tanto lo importante es el sentido que cobra la mordida para cada quien y como eso sea escuchado por los otros, para poder vehiculizar el impulso y que pueda tomar una forma aceptable en la convivencia.

Recurrir al acto de morder en general se da porque el niño no está encontrando la posibilidad de metabolizar y simbolizar a través de otros medios. Pero es fundamental tener en cuenta que esto es natural en los niños hasta los 3 años aproximadamente y este recurso suele decaer cuando pueden comenzar a comunicarse y sostenerse a través de la palabra.

No obstante…saber que los mordiscos son algo común no hace que sea más fácil manejar la situación cuando el niño ha adoptado este recurso. Debemos saber que serán muchas y variadas las intervenciones necesarias para que la reacción de morder deponga.

… "La pregunta"… ¿Qué hago cuando el niño muerde?

No existen las indicaciones a modo de receta, sobre cómo abordar situaciones donde interactúan sujetos. Pero intentaremos partir de algunas pautas para pensar

Como primer paso debemos detenernos para poder observar cuando, como y porque aparece esta conducta. Teniendo en cuenta que son muchos los factores que pueden incidir en que el niño muerda, hay que escucharlos, no solo a sus palabras, a lo que comunica, a lo que demanda. Lo más importante es la posibilidad de acompañar el crecimiento.

Construir espacios y escenas que posibiliten el aprendizaje, una vez que determinemos las posibles causas del acto de morder podemos generar recursos que permitan transmitir los componentes que deseamos para construir relaciones de amor y respeto por el otro.

Cuando un niño muerde necesita la sanción de un otro, es decir, debemos intervenir inmediatamente, con rapidez y calma manifestar un NO firme (cada padre encontrará su estilo). Algunas ideas: Explicarle mirándole a los ojos que no se muerde, porque eso hace mucho daño a las personas. Otra opción puede ser separarlo de la actividad (3 minutos es suficiente) y decirle que si quiere seguir jugando tendrá que dejar de morder. Siempre acompañar esta medida dándole la posibilidad de reparar a través de una demostración de amor por ej: ayudar a curar al amigo, pedir disculpas, hacerle caricias y darle besos. Tengamos en cuenta que prohibir una actitud no significa que el niño entienda cual es la conducta acertada, por eso debemos servir a los niños de ejemplos a seguir, mostrándoles otras formas de relación, utilizar el lenguaje, esperar turnos, pedir prestado, demostrar el afecto a sus amigos.

Lic. Mariana del Corro

¿Querés seguir leyendo?

¡Muy fácil! Accedé gratis a todos los contenidos de nuestra plataforma con artículos escritos por profesionales de la psicología.

Al continuar con Google, aceptás nuestras Condiciones de uso y Política de Protección de Datos


PUBLICIDAD

Escrito por

Lic. Mariana del Corro

Consultá a nuestros mejores especialistas en agresividad
Dejá tu comentario

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD