¿La anorgasmia tiene solución?

La anorgasmia es una dificultad de la sexualidad femenina que tiene un origen psicológico normalmente. Descubre qué es, cuales son sus causas y qué puedes hacer para dejarla atrás.

11 DIC 2017 · Lectura: min.
¿La anorgasmia tiene solución?

La anorgasmia se define como la incapacidad para llegar al orgasmo pese a que haya excitación sexual previa y la persona disfrute de la relación sexual. Ésta es una de las principales dificultades en la sexualidad femenina aunque también hay muchas chicas que vienen a terapia porque carecen de deseo sexual o sufren dolor en las relaciones (vaginismo). Es importante explicar que muchas veces estos problemas se descubren de forma fortuita en terapia; rara es la vez que una chica ha venido a mi consulta expresando que su problema es éste. Existe un cierto temor a reconocer el problema y muchas veces se descubre tras la exploración inicial en la psicoterapia. El primer paso para enfrentar un problema ya sabéis que es identificarlo y reconocerlo, así que no dudes en expresar tus dificultades en terapia.

En terapia vienen muchas chicas o mujeres que expresan que nunca han tenido un orgasmo, ni a través de experiencias sexuales en pareja ni a título individual con la masturbación; esto es lo que se le llama anorgasmia primaria. En otras ocasiones pueden expresar que ha habido momentos en la vida en los que sí que han llegado al orgasmo pero actualmente llevan una época en la que no lo experimentan (anorgasmia secundaria). A veces puede suceder que se llega al orgasmo con la masturbación pero no en las relaciones sexuales compartidas o incluso expresar que sólo se llega al orgasmo en alguna situación en concreto (alguna postura determinada o en algún contexto como por ejemplo con la luz apagada).

¿Cuáles son las causas más frecuentes de la anorgasmia?

Se considera que alrededor del 90% de estas dificultades son fruto de problemas psicológicos y que sólo un pequeño porcentaje se debe a alguna causa orgánica como por ejemplo los efectos secundarios de algún fármaco, anormalidades en la anatomía o el consumo de drogas.

  • Educación sexual recibida: Realmente hasta hace muy pocos años el orgasmo de la mujer no era considerado un tema importante y de hecho, si una mujer practicaba sexo debía ser con el objetivo de concebir pero no el de disfrutar de ello. Si alguna chica expresaba que tenía relaciones sexuales o que disfrutaba con ellas se la consideraba una fresca (éste es el calificativo más suave que podían recibir) y por tanto, el placer femenino era tabú. Pese a que está cambiando, aún hay muchas chicas y mujeres que viven con esa educación recibida. Sienten que es malo mostrar que se está disfrutando o no se sienten merecedoras del placer. Otras veces es simplemente porque enfocan las relaciones sexuales de cara al placer de la pareja y no tanto al propio o porque se marcan el objetivo de llegar al orgasmo a la misma vez que la pareja.
  • Dificultades o trastornos psicológicos: Los trastornos del estado de ánimo como la depresión, procesos de duelo tras la muerte de algún ser querido por ejemplo, la baja autoestima (poco deseable, poco atractiva, etc), sentimientos de culpa por experiencias vitales pasadas, la inhibición social o los problemas de ansiedad social pueden provocar la ausencia de orgasmos además de la disminución de la lívido, es decir, del deseo sexual.
  • Autodefinción y autoconocimiento: Muchas veces la falta de orgasmos se producen porque la mujer no se conoce bien o se conoce pero no se acepta. Muchas de las chicas que encuentro en terapia me expresan que nunca se han masturbado y esperan que su pareja vaya descubriendo lo que les gusta a ellas. El primer error es no conocer dónde está el propio placer. Si no sabes lo que te gusta no podrás guiar a tu pareja para conseguir el orgasmo. Es importante saber que el clítoris es tremendamente sensible ya que tiene muchas terminaciones nerviosas, muchas más que el glande del hombre y por tanto, depende de la presión que se ejerza o del movimiento que se haga, puede ser placentero o desagradable. Además, muchas mujeres tienen dificultades para llegar al orgasmo sólo con la penetración. Si en tus relaciones sexuales sólo hay penetración es probable que te sientas frustrada. Prueba a explorar el clítoris y quizás te lleves una grata sorpresa. Conocer lo que te gusta es imprescindible para poder conseguir el orgasmo.
  • Poca comunicación sexual o problemas de pareja: Sea durante la relación sexual, antes o después, es importante hablar sobre sexo con la pareja para poder irse conociendo mutuamente. Si no hablas con tu pareja y das por supuesto que la otra persona tiene que adivinar lo que quieres en cada momento, es difícil poder llegar al orgasmo. Asimismo, si hay ausencia de atracción física o la relación de pareja está atravesando un mal momento, es normal que los orgasmos se reduzcan. Si te presionas o te sientes obligada a tener relaciones sexuales es normal que no disfrutes de ellas. Si hay discusiones frecuentes o mal ambiente de pareja, también es normal que el placer en el sexo se reduzca o que la relación sexual sea más fría y distante.
  • Menopausia: La llegada de la menopausia trae con ella una serie de dificultades físicas, entre ellas la falta de lubricación. Además de cansancio, apatía, falta de energía y una crisis sobre la feminidad. Muchas mujeres tras la menopausia se sienten menos mujer y poco válidas. Sienten que ya no son útiles a la sociedad y puede sentir menos deseo sexual además de experimentar dolor en las relaciones sexuales y ausencia del orgasmo.

¿Qué puedo hacer si sufro anorgasmia?

El primer paso es acudir al médico para que se descarte cualquier problema orgánico. Es importante que ese diagnóstico lo haga un profesional de la medicina. Una vez hecho esto y descartada la base orgánica, es decir, si el origen es psicológico hay que valorar la causa del problema:

  • Educación recibida: Si el origen es el sentimiento de ausencia de derecho para disfrutar de las relaciones sexuales o la educación recibida de complacer a la pareja, es importante que plantees que vives en el siglo XXI y todo eso ya pasó. Tienes derecho como cualquier ser humano de disfrutar de cualquier cosa, incluido el sexo. Empieza a cuestionarte esas barreras que tú misma te estás poniendo. Detecta tus pensamientos que hacen de freno y trabájalos, cuestiónalos y dales la vuelta.

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  • Dificultades o trastornos psicológicos: Valora la opción de recibir un tratamiento psicológico para poder superar estas dificultades. Una vez resueltas seguramente podrás disfrutar de tus relaciones sexuales.
  • Autoconocimiento: Si no sabes donde está tu propio placer, explórate. Haz de detective y descubre lo que te gusta y lo que no. La masturbación es esencial para poder hacer este auto-descubrimiento. Habla con tus amigas sobre tu situación y pregúntales a ellas qué es lo que les gusta y qué no. Quizás te proporcionan una guía o te expresan cómo resolvieron ellas sus dificultades. Muchas veces estos problemas se mantienen en secreto por el tabú que hay detrás de ellos y cuando lo hablas descubres que es una situación más habitual de lo que piensas.
  • Problemas de comunicación sexual o problemas de pareja: La comunicación con la pareja es esencial en todos los sentidos, y el sexo no es menos. Hablad sobre lo que le gusta a uno y otro y lo que no le gusta. Hablando se entiende la gente y se pueden resolver muchos problemas. Quítate la vergüenza o el miedo de encima. Si el problema es de relación de pareja, es importante detectar las causas y atacarlas. Podéis hacerlo solos o con la ayuda de un psicoterapeuta, pero mientras la relación de pareja no sea satisfactoria es muy probable que las relaciones sexuales no mejoren.
  • Menopausia: Es hora de aceptar que te estás haciendo mayor pero eso no te convierte en una mujer poco válida o apta y menos aún te quita puntuación como mujer. Simplemente eres mayor y ya no puedes tener hijos pero eso no implica que no puedas seguir disfrutando del sexo, es más, quizás ahora habrá menos inconvenientes. Tan sólo tienes que enfrentarte al problema de la lubricación pero eso se consigue con geles, y respecto a la falta de energía se puede resolver con complejos vitamínicos.

Cuando vienen a terapia chicas o mujeres con este problema una de las primeras cosas que hago es recomendarles que se lean el libro: "Tu sexo es tuyo" de Silvia Béjar. Es un libro de autoayuda muy sencillo de leer y con capítulos que abarcan la mayor parte de los problemas aquí comentados. En él se explica muy en detalle y con casos reales el tema del tabú y la educación recibida con respecto a la sexualidad femenina. Ayuda a mejorar el autoconocimiento y la autoestima con respecto al sexo (sentirte con derecho de disfrutar de él) y encontrarás incluso pautas para aprender a masturbarte o algunas soluciones para los problemas en la falta de deseo.

Ahora ya sabes, lo importante es detectar las causas de tu anorgasmiay trabajar las soluciones que puedan venirte bien. Así que, ¡manos a la obra!

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria española

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