La Resiliencia: esa capacidad admirable en los peores momentos

Frente a los problemas cotidianos, más o menos difíciles de nuestra vida siempre tenemos dos posibilidades: la acción, o la inacción. La actitud que se tome tiene que ver con las características personales y emocionales de cada persona. Tomar el camino de la acción es afrontar la dificultad, atravesarla, superarla y seguir adelante: es la capacidad de resiliencia que todos tenemos, en menor ó mayor grado. El segundo camino, es dejarse derrotar por la situación traumática, ser presa de la depresión, el abatimiento, la ansiedad, entre otros trastornos de la psiquis.

Aquellas personas que tienen la capacidad suficiente para salir de situaciones complejas, son las que muestran un alto grado de resiliencia. Son admirables porque actúan con más ímpetu que de costumbre en los momentos más difíciles de su vida, como puede ser la muerte de un ser querido, una enfermedad larga y tortuosa, un accidente.

Lo importante es saber que todos nosotros somos capaces de alcanzar una alta resiliencia.

¿Qué es la Resiliencia?

La resiliencia es la capacidad que tenemos para adaptarnos y hacerle frente a situaciones complicadas que llegan a nuestra vida; sin importar si estamos preparados o no. La diferencia entre unas u otros, son las herramientas que poseemos para afrontar esas situaciones, sobrevivir y seguir adelante.

Las personas resilientes siempre salen airosas de los momentos trágicos. Nunca decaen ni se dan por vencidas. Otras personas es probable que pongan el mismo empeño para resolver los problemas; pero les es más difícil o a veces imposible conseguirlo porque su actitud hacia los obstáculos que le pone la vida es muy diferente.

¿Cómo actúan las personas resilientes?

• Identifican la causa del problema, por ello les es fácil desarrollar estrategias para salir de alguna situación. Tienden a autoanalizarse, lo que les permite llegar a las razones de sus problemas.
• Manejan las emociones, las controlan y son altamente racionales, porque saben que sus emociones nacen en sus pensamientos. Una persona resiliente evita pensar cosas negativas ó si la situación es de por sí negativa, hacen lo imposible para controlarse y mantener el equilibrio.
• Mantienen la calma, son pacientes, tolerantes, pasivas. Pase lo que pase mantienen la calma y buscan continuamente su centro.
• Son realistas, como son más racionales que impulsivas, son muy realistas y pragmáticas. Piensan en positivo, llegando a negar aspectos negativos de la realidad.
• Tiene gran autoestima y autoconfianza, son fuertes y seguras de sí mismas, confían en sus criterios y resoluciones, se plantan ante los demás y ante las situaciones difíciles con pie firme. Asumen riesgos, y revisan su pasado para saber qué acciones tomar y cuáles errores no repetir ante situaciones similares.
• Son empáticas: son personas que caen bien en los demás. Se apoyan en ellos ó buscan evadir contextos tóxicos, porque analizan muy bien las emociones de las personas que las rodean.
• Se automotivan, constantemente buscan razones para motivarse. No se quedan esperando que las cosas lleguen, que la vida cobre sentido, que la felicidad aparezca al doblar la esquina. Buscan las situaciones, los momentos felices, las cosas que les gustan aunque tengan que viajar al fin del mundo.
• El cómo y no el por qué, no se preguntan el por qué les sucenden las cosas malas, siempre analizan el cómo salir de ellas.

¿Cómo saber si soy resiliente, o puedo aumentar mi capacidad de serlo?

Desarrollá tu curiosidad. Experimentá más. Preguntáte de todo ante todo. No te victimices ante cualquier situación. No pienses que las cosas malas te pasan por castigo de dios. Buscá la manera de resolver los problemas sin dar tantas vueltas y sobre todo con una mentalidad positiva: todo tiene solución menos la muerte. E incluso la muerte, por más dolorosa que sea, es un momento natural de la vida, y todos vamos hacia ella. Aprendé de los demás, de aquellos que saben resolver las situaciones difíciles con cierta facilidad, rodeáte de esas personas que presenten características resilientes.

Cuando empieces a pensar un poco más positivamente, verás que ciertas situaciones que antes representaban un trauma dejan de serlo. Dejá de pensar que todo es una tragedia, porque cuando experimentes una de verdad, no podrás superarla. Generalmente en la vida las dificultades abundan; pero la mayoría de las veces son problemas menores que pueden resolverse con facilidad, si desarrollamos la capacidad de minimizarlos y plantarnos con seguridad ante la vida, el trabajo, la familia, los amigos.

La resiliencia se adquiere ó se aumenta practicándola y a ella se le unen aspectos como la forma de ser, la voluntad para cambiar, la perspectiva desde donde se mira, el disfrute de todos los momentos, aún los malos.

La resiliencia nos permite mayor libertad y felicidad. Aliviana nuestra mochila cotidiana empujándonos a dar pasos firmes hacia adelante. Es una práctica saludable de desdramatización de la vida.

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