Los asexuales no están enfermos

¿Qué es la asexualidad?

Una persona asexual es aquella que no siente atracción sexual por ningún sexo, o la siente en muy baja intensidad o poca frecuencia.

Existen diferentes distintos tipos de atracción: romántica, estética, platónica y atracción sexual. Esta última se da cuando el cuerpo tiene ciertas reacciones respecto a otra persona que se interpreta como sexual, por ejemplo el impulso de acostarnos con ella.

Lo que tienen en común todos los asexuales es que no sienten atracción sexual; pero sí pueden sentir la atracción romántica, lo mismo que una persona sexual puede ser arromántica; otros pueden sentir atracción estética o platónica. También existen personas asexuales homosexuales y transexuales.

Algunos asexuales deciden practicar sexo

La atracción sexual y el comportamiento sexual son dos cosas bien diferentes. La atracción es el impulso que se siente hacia una persona o situación, que en el caso de los asexuales es muy bajo o nulo.

Mientras tanto el comportamiento es la decisión de tener o no tener sexo con otra persona más allá de la atracción física o emocional. Por ejemplo, hay quienes disfrutan viendo disfrutar a su pareja durante el sexo.

La asexualidad no es una enfermedad

El cuerpo de una persona asexual responde a los estímulos de excitación, lubricación y orgasmo. Hay asexuales que sí tienen líbido, y deciden masturbarse. Por eso las personas asexuales no están enfermas ni necesitan curarse para poder vivir una vida plena.

Lo que sí ocurre es que los asexuales no cumplen las expectativas sociales, es decir que existe una fuerte presión social sobre la sexualidad, cuyo mandato dice que lo "normal" es que todas las personas adultas tienen que sentir atracción sexual y practicarla frente determinadas situaciones o estímulos.

¿Entonces qué es la asexualidad?

Ellos prefieren definirla como una orientación sexual, porque los asexuales no dirigen su atracción humana hacia nadie. Sin embargo la líbido sí existe, y es independiente de la atracción.

Hay gente asexual que consume pornografía y tiene fantasías eróticas, porque el erotismo es algo cultural que se inculca. La diferencia es que las situaciones que se ven en una película o en la propia cabeza, no significa que todo el mundo tenga que materializar esos deseos acostándose con alguien.

Es difícil entender la diversidad de códigos con que se puede vivir la sexualidad personal en una sociedad hipersexualizada como la nuestra; pero es necesario hacer un esfuerzo por comprender que cada persona es un mundo y tiene el derecho de vivir sus relaciones en libertad, siempre respetando al otro.

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