Luz de gas: maltrato silencioso

El abuso psicológico hacia la mujer es uno de cinco tipos de violencia de género. Sigue siendo uno de los más difíciles de hacer consciente para la víctima, y en ocasiones para su entorno.

12 DIC 2017 · Lectura: min.
 La víctima llega a creer que todo aquello de lo que se la acusa es verdad, que es una incapaz, poca cosa. Ella es, sin duda, la peor de todas.

La Ley Nº 26.485 en Argentina conceptualiza distintos tipos de violencia categorizándolas en: Violencia Física, Psicológica, Sexual, Económica - Patrimonial, y Simbólica. Que a su vez se puede manifestar en diferentes modalidades como: Violencia Doméstica, Institucional, Laboral, Contra la libertad reproductiva, Obstétrica y Mediática.

La violencia psicológica se define como la que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento.

¿Cómo se manifiesta?

Se la llama "luz de gas" porque se ejerce de manera sutil, mediante la manipulación del abusador que hace mella en la imagen que la mujer tiene de sí misma, en su seguridad y autoconfianza. "Inútil, mediocre, burra, incapaz, lo que sos es gracias a mí, sin mí no serías nada, te salvé de tu familia, tu papá es un borracho, tu mamá es una pobre sometida", etc; son algunas de las frases típicas del abusador psicológico. Por lo general este abuso se ejerce por años hasta dejar a la víctima en un estado de indefensión total. Anula su personalidad hasta el punto de no poder pensarse a sí misma separada de su victimario. Se siente tan poca cosa que es incapaz de concientizar el maltrato al que está siendo sometida. Y es también por lo general la primera forma de violencia de género, antes que la manifestación física, que es de por sí más evidente. Muchas veces al llegar a la violencia física, la mujer ha estado tanto tiempo violentada psicológicamente, que ya no puede escapar por sus propios medios.

¿Por qué no se denuncia la violencia psicológica?

Es muy difícil que la víctima sepa que la están violentando. La táctica del victimario es mantener el control total de la relación dosificando las muestras de cariño hacia su pareja. Después de una pelea, ó de cuestionarle hasta las más mínimas acciones dejándola agotada y sin reacción, el victimario demuestra estar arrepentido, hace promesas futuras y regala presentes ó cariño físico que muchas veces se convierte en violencia sexual, porque la víctima está imposibilitada de desear a ese hombre cuando la violencia es permanente.

La mujer por lo general cree en las palabras del victimario, ó en ocasiones no le queda más remedio que creer, porque no concibe su vida de otra manera, ó tiene miedo de que el victimario la persiga si escapa. La luz de gas es la manera cíclica, repetida indefinidamente para mantener a la víctima en la manipulación, porque al ser la violencia física más evidente, es más fácil de castigar. No así el acoso psicológico que va y viene entre el amor y el espanto de ambos miembros de la pareja. La víctima llega a creer que todo aquello de lo que se la acusa es verdad, que es una incapaz, poca cosa, que sin ese hombre ella no vale nada, que su familia es todo lo que él dice que es y por lo tanto no podrá ayudarla a salir del patetismo que es su vida. Ella es sin duda, la peor de todas.

¿Hay una salida para Ellas?

Claro que la hay. El primer paso es evidenciar los casos de violencia. Si la víctima no puede hacerlo, sus amigas, su familia, incluso sus vecinos pueden denunciar. Es cierto que estas mujeres generalmente se aíslan de sus amigos y de su familia. Y muchas los veces los vecinos prefieren hacer "oídos sordos" a estas situaciones. Sin embargo en los últimos años las campañas contra las diferentes formas de violencia han tenido mucho éxito y las leyes que acompañan también dan ánimo a las víctimas a salir de su encierro.

Sin embargo queda mucho por hacer. Todavía el machismo es quien manda en nuestras sociedades, y se sigue menospreciando a la víctima cuando por fin logra denunciar. En la polícia, en el entorno, en su trabajo, la violencia psicológica sigue haciendo bien su trabajo silencioso.

También es preocupante el número de femicidios que al visibilizarse en los medios pareciera crecer a la par de las denuncias por violencia.

Con todas en contra y con algunas a favor sigue siendo urgente manifestar a viva voz los casos de violencia de género. Y hacerlo desde el mismo momento que se percibe el maltrato psicológico, y no cuando ya se convierte en violencia física.

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Sororidad

Es importante que las mujeres se rodeen de otras mujeres, amigas, familiares ó desconocidas, que por ser mujeres puedan comprenderla. Es la Sororidad: este concepto refiere a la solidaridad entre mujeres, sobre todo en lo relacionado a los problemas sociales que se presentan en nuestras sociedades patriarcales. La sororidad (soror = hermana) es un valor fraternal (frater = hermano) entre el género femenino. Y si la mujer se anima por fin a recurrir a una terapia para plantear sus problemas y recuperar la autoestima y el amor propio; una profesional -idealmente mujer como ella- la espera para comenzar a cerrar el círculo de violencia que la rodea, y abrir otro que la contenga en sus miedos que son los mismos de miles de mujeres que siguen sufriendo en el silencio.

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Comentarios 4
  • R. Winter

    Muy buen articulo sobre Luz de Gas, aunque se le da una connotación machista es muy y extremadamente importante hacer saber que esta violencia es de igual forma perpetuada hacia los hombres también. Y mucho más vulnerables al ser muchísimo menos escuchados que las mujeres. Si esto se categoriza como violencia en contra de las mujeres solamente se está discriminando a todas las personas de género masculino que sufren esta violencia "de igual manera" que las mujeres. Es hora de despertar y llamar a la violencia por lo que es y con contra de quienes la sufren al margen del género de las víctimas. La realidad y la psicología apoyan que Luz de Gas no tiene fronteras de género. Abramos los ojos y denunciemos la violencia por lo que es.

  • Iván Sanhueza Belmar

    Esta forma de violencia sicológica, si bien se nota con mayor intensidad en los casos en que las mujeres son víctimas, se da también respecto de los hombres. Yo fui víctima de esta forma de violencia por parte de mi mujer durante años, y solo gracias a una terapia psicológica que se arrastra por años he logrado identificar que fui víctima.

  • Pamela Perié

    Estoy sobreviviendo a dos gaslighters que devastaron mi vida y mi moral. Soy una vergüenza social y donde voy soy rechazada y discriminada, me cuesta andar por las calles. Perdí amigos y familia, me aislaron de todos avergonzándome con mi pasado y mi vida privada en redes. Ellos siguen con sus vidas mientras yo no tengo manera de recuperar la seguridad en mí misma y en los que me rodean porque fui avergonzada tan públicamente que ya no sé qué hacer.

  • May sosa

    Siempre me pasa que cuando recibo sus insultos, sus descalificaciones, no puedo recordar todo lo que me dice.

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