Que el vaginismo no arruine tu vida de pareja

​Una de las principales causas de problemas de la intimidad de la pareja es el vaginismo. Es bastante común, aunque no muy reconocido porque muchas mujeres lo ocultan por miedo o vergüenza.

13 AGO 2018 · Lectura: min.
Físicamente, se manifiesta como un condicionamiento que produce la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, provocando el cierre parcial o total de la misma, y causando mucho dolor.

¿Qué es el vaginismo?

El vaginismo es una disfunción sexual muy frecuente que puede generar problemas en la pareja como la pérdida de autoestima de la mujer, ansiedad, falta de comunicación o frustración de ambas partes. Se lo incluye en el grupo de los trastornos sexuales por dolor.

Físicamente, se manifiesta como un condicionamiento que produce la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, provocando el cierre parcial o total de la misma, lo que causa mucho dolor y la imposibilidad de una penetración del órgano masculino.

El diagnóstico del problema es difícil porque se realiza casi siempre en base a la información de la mujer que lo sufre, y no mediante una valoración sanitaria por examen, lo que se complica debido a la contracción mencionada.

Tipos de vaginismo

  • Vaginismo total. Existe un miedo intenso a la penetración que tiene como consecuencia la evitación a cualquier intento de parte del hombre. Se da una contracción total en la zona del suelo pélvico. La mujer no puede controlarlo.
  • Vaginismo parcial. Es un reflejo parcial de contractura muscular. Se cierra la vagina durante la penetración generando grandes molestias.
  • Vaginismo primario. Se relaciona con factores psicológicos o combinados.
  • Vaginismo secundario. Se manifiesta después de una lesión tras cirugía, una caída, por candidiasis o cistitis de repetición.

¿Cuáles son sus causas?

El 90% de los problemas de disfunción sexual tienen origen psicológico. Las principales causas identificadas aluden a un trauma o abuso sexual del pasado, factores de salud mental o por una respuesta debida al dolor físico continuado. Y aunque se da un rechazo a la penetración, no tiene que ver con la pérdida de deseo. La mujer puede sentir deseo y excitación, incluso llegar al orgasmo por estimulación de clítoris.

Puede ser un problema crónico o adquirido. Si es adquirido, ya sea por molestia continua en la penetración o por haber sufrido abuso sexual, puede generar un trauma que favorezca que la disfunción se mantenga.

Otros factores pueden ser

  • Personales. Problemas con la información, mitos culturales, miedos al rechazo o al dolor.
  • Impersonales. Mala comunicación con la pareja, roles de poder entre ambas partes, agresividad, pérdida de atractivo físico, desconfianza hacia ciertas actitudes sexuales.

¿El vaginismo se cura?

Lo primero es que un profesional de la salud descarte factores orgánicos, como vaginitis atrófica o diabetes, infecciones o endometriosis.

Luego se recomienda un tratamiento multidisciplinario con un ginecólogo/a, un fisioterapeuta y un psicólogo/a especializado en problemas de la sexualidad y vaginismo. Cada profesional se encargará de trabajar los músculos de la zona pélvica, por un lado; y los pensamientos, actitudes y habilidades sexuales de la paciente y su pareja, respectivamente.

Cómo funciona la terapia psicológica

El tratamiento de la terapia psicológica sexual estará orientando a los puntos clave en tres dimensiones: la de los pensamientos, la de las emociones y la de las conductas.

En el nivel del pensamiento se revisan los mitos y creencias relacionadas con la sexualidad en nuestra sociedad occidental, donde la mujer es muchas veces presionada para satisfacer al hombre y callar las dificultades y dolores de su propia sexualidad.

Además se tratarán las preocupaciones en relación a la pareja y la desconfianza para tratar abiertamente los problemas relacionados con el acto sexual.

Finalmente se hablan con la paciente las expectativas en relación al dolor que siente antes o durante la penetración masculina. En el nivel emocional por su parte se trabajan los trastornos de ansiedad, miedo y autoestima que el vaginismo trae aparejado.

Es importante que la mujer que sufre vaginismo reconozca que tiene un problema que es común a muchas mujeres, que debe hablarlo y solicitar la ayuda adecuada para recuperar el bienestar emocional y una vida sexual plena.

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