TAG

La ansiedad generalizada es un cuadro crónico muy frecuente en la clínica que se caracteriza por la presencia de preocupaciones insistentes y repetitivas junto con un estado de alerta expectante que genera estados de tensión nerviosa con expresión sintomática (contracturas musculares, estados de tensión corporal, taquicardia, disfunciones gastrointestinales, síndrome de colon irritable, trastornos en el ciclo del sueño o predominio de insomnio intermedio. Generando todo esto un fuerte malestar físico.

En los casos de TAG la persona asume que las preocupaciones que alteran su estado emocional son una forma de mantener cierto control sobre situaciones que lo perturban. Estos pacientes mantienen una sobreestimación de la amenaza, no hay tolerancia a la incertidumbre, tienen dificultades en la organización temporal para resolver problemas en cuanto a prioridades, su perfil tiende al perfeccionismo, les cuesta delegar y necesitan tener un alto control de situaciones que terminan por agotarlos. El TAG es comórbido con depresión, fobia social, estrés postraumático y pánico.

El curso del trastorno es crónico y fluctuante con períodos de agudización e intervalos asintomáticos. El cuadro se presenta con una variedad de síntomas somáticos (trastornos en el ciclo del sueño, insomnio, sueño no reparador, irritabilidad, fallas en las funciones ejecutivas como atención, memoria, concentración, estados de fatiga, alteraciones gástricas, urinarias, cardiovasculares y respiratorias. Estos pacientes tienen preocupaciones reiteradas en las áreas de salud (especialmente en las consecuencias que afectarán a su núcleo familiar, las áreas económicas o laborales).

Paradójicamente, esta alta preocupación a los pacientes les parece correcta y no patológica; preocuparse entonces lo ven como preventivo, y si lo hacen en exceso significa que están "alertas", es decir "controlando" cualquier situación amenazante.

La verdad es que al estar de esta manera lo único que se genera es un agotamiento psicofísico importante, donde la somatización está expresando el malestar. Se forma un círculo vicioso comprendido por preocupación-alerta-tensión-somatización. La mente del paciente está impregnada de pensamientos disfuncionales que lo estresan llevándolo al estado de distrés.

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