Perdele el miedo a la psicología a domicilio

¿Por qué una persona desearía abrir sus secretos más íntimos de buenas a primeras ante un profesional, en lugar de ir dosificando la información mediante las preguntas que suelen hacerse en una terapia presencial en el consultorio?

Este es el primer rasgo de la psicología a domicilio: allí están, expuestas ante el psicólogo/a, todas nuestras intimidades, el cuarto de los hijos, las fotos de la sala, la disposición de los muebles, el orden, el desorden, los vicios, las manías, los colores preferidos. En fin, allí contamos sin mediar palabras todo lo que el profesional desea saber de nosotro/as para entender los motivos de la consulta terapéutica.

Quizá sea éste un buen incentivo para recurrir a la terapia a domicilio. Mostrar a esta persona que nos va a guiar en un tratamiento aquella información que somos incapaces de brindarle de manera total en un lugar extraño. Nuestro hogar es lo que somos.

También hay razones más directas y prácticas para acudir a esta modalidad tan difundida actualmente.

A veces el paciente no está en condiciones psicológicas adecuadas para acudir a un consultorio, o está impedido físicamente, quizá por una discapacidad motora, o incluso puede estar padeciendo una enfermedad que lo recluye en el hogar. Hay todo tipo de razones, algunas logísticas como no tener transporte público cerca y otras emocionales como estar deprimido y encerrado en la habitación.

¿Psicología a domicilio: presencial u online?

La psicología a domicilio comparte algunos beneficios de la psicología online, como la accesibilidad del servicio, ya que no tenemos que trasladarnos. Y aunque el psicólogo/a sí tiene que moverse hasta nuestra casa, en ambas -presencial y online- los costos de mantener un consultorio desaparecen. Además comparten la comodidad, la autoconfianza y el cobijo que nos brinda el propio hogar, frente al territorio desconocido del consultorio.

El paciente puede sentirse más seguro, sin embargo la diferencia sustancial en ambas radica en que mediante un computadora, el mundo de la persona que se trata no se hace tan evidente, ni puede ser previsible para el profesional. Esto que para algunos que prefieren cierta intimidad, puede ser una ventaja, para otros pacientes es un obstáculo. Por ejemplo para aquellas personas que sientan una distancia impersonal frente a la pantalla, y prefieran un trato cara a cara con su psicólogo/a, presencial, y a la vez, íntimo, en la comodidad de su casa.

¿En qué casos puedo preferir una terapia a domicilio?

Es una buena alternativa para una psicoterapia infantil, ya que el psicoterapeuta podrá observar las habilidades y estilos parentales en su medio natural, que es el hogar de la familia del niño/a. En casos de hijo/as problemáticos con comportamientos disruptivos, el profesional tendrá a mano y de manera fehaciente información importante sobre la interacción cotidiana de su paciente, que en el consultorio le sería más difícil disponer.

En estos casos pediátricos es importante garantizar que participen de la terapia todos los miembros de la familia. Por lo mismo es muy útil la psicología a domicilio en casos de terapia familiar y de parejas con problemas relacionales y de comunicación.

En el caso de los adolescentes, será necesario estudiar la situación específica, ya que si sienten que un extraño está invadiendo su territorio puede llegar a ser contraproducente para la terapia.

Entonces, ¿para qué sirve la psicología a domicilio?

Sus principales beneficios para paciente y terapeuta son:

• El hogar aporta información que el paciente no puede llevar al consultorio.
• El paciente puede sentirse menos vulnerable estando en su propio espacio.
• Mayor privacidad y comodidad para el paciente que no se traslada.
• Menor costo en dinero para el psicólogo que no tiene que pagar por un consultorio, que se traslada en ahorro en la tarifa para el paciente.
• Facilidad y garantía de participación en caso de terapias familiares.
• Entorno propicio para realizar ejercicios sobre todo en psicoterapias pediátricas.

¿Siempre es buena la psicología a domicilio?

No. es necesario tener en cuenta por parte del paciente y del profesional las mínimas condiciones necesarias:

• ¿Existe la privacidad adecuada para una sesión confidencial entre el psicólogo/a y el paciente?
• ¿Puede la persona garantizar un tiempo de tranquilidad sin interrupciones de otros miembros de la casa o personas externas? ¿Podrán concentrarse en la terapia?
• ¿Se puede disponer de una habitación cómoda y reservada para poder hablar y explayarse?
• ¿El paciente está seguro y en confianza en su propia casa? ¿O es un ambiente hostil para su integridad?

Si estas condiciones se cumplen el profesional podrá garantizará el control de la situación para que no se le vaya de las manos con distracciones cotidianas, y el tratamiento terapéutico sea todo un éxito.

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