¿Con qué se toca lo Real?

Lo real, para Lacan, pasa por la demostración lógica; es allí donde se puede tocar un real. Y se toca con la escritura.

3 AGO 2020 · Lectura: min.
¿Con qué se toca lo Real?

¿Con qué se toca lo real?

En el escrito "La ciencia y la verdad" Lacan deja establecido, en primer lugar, el estatuto del sujeto del psicoanálisis: se trata de un sujeto dividido.

Dada la inmixión creciente de la ciencia en nuestro mundo se comprueba una modificación de la posición del sujeto; y esto se produce a partir de un momento clave, el de la formulación del cogito cartesiano. El sujeto de la ciencia es también el sujeto del psicoanálisis: un sujeto dividido entre saber y verdad.

Lacan considera a la lógica como ciencia de lo real. Dice en el texto:

"Es por el lado de la lógica por donde aparecen los índices de refracción diversos de la teoría con relación al sujeto de la ciencia. / Es innegablemente la consecuencia estrictamente determinada de una tentativa de suturar al sujeto de la ciencia, y el último teorema de Gödel muestra que fracasa, lo cual quiere decir que el sujeto en cuestión sigue siendo el correlato de la ciencia, pero un correlato antinómico puesto que la ciencia se muestra definida por el no-éxito del esfuerzo para suturarlo."

He aquí una referencia a Gödel y sus teoremas sobre la incompletitud. Sería importante entonces estudiar lo que algunos autores han llamado la gödelización en el pensamiento contemporáneo. Los teoremas de Gödel demuestran que ningún sistema aritmético es capaz de producir la lógica que lo justifique a sí mismo plenamente (cualquier sistema aritmético con la complejidad de los números naturales). Ahora bien, ¿de qué modo lo que se aplica a la aritmética y se demuestra en su campo puede llegar a dar cuenta de problemas propios de otros campos?

El conocimiento (y también el desconocimiento) de los avances en las teorías científicas, principalmente matemática y física, incide profundamente en la concepción de lo real que cada autor pueda llegar a formular. Lo real, para Lacan, pasa por la demostración lógica; es allí donde se puede tocar un real. Y se toca con la escritura, no con la mano, ni con el bisturí. Los nudos de la topología, 'lo más real' para Lacan, son entes matemáticos, escrituras, no grupos de cuerdas. Está claro además que si bien lo real no se define por las nociones físicas de sustancia o materia, lo que podamos entender acerca de estas nociones –la dualidad onda-partícula en el comportamiento de la luz, por ejemplo– definirá el modo en que podamos formular conceptos claves del psicoanálisis como sujeto y objeto.

Lo real se toca cuando se escribe con letras y sintaxis lógicas y matemáticas, en un álgebra, y en esta operación, se forcluye la verdad, afirma Lacan insistentemente. ¿Pero qué lugar tiene esa otra forma de escritura a la que Lacan también se refiere con frecuencia, la escritura poética? ¿Cuál es su relación con las dimensiones de lo real y la verdad? Así como señalábamos en otro lugar que respecto de la conceptualización de lo real no era pertinente plantear una disyunción excluyente entre, por un lado, la formalización y, por otro, el registro del goce, respecto de las nociones de matema y poema, tampoco la fórmula sería la de la disyunción, sino la de la conjunción; se trata, en psicoanálisis, de matema y poema, tanto en los desarrollos teóricos como en la dirección de una cura.

Ya hemos señalado que para Lacan la orientación de lo real forcluye el sentido. Pero en un análisis, ¿se trataría de la orientación al sinsentido, o a la falta de sentido, como algunos sugieren? Creemos que las dimensiones de la verdad y del sentido, por el contrario, deben ser recuperadas, aunque luego puestas a prueba, en un análisis.

Nuestro espacio cultural, nuestra forma de vivir (en Occidente, fines del sXX-comienzos del sXXI), están connotados y caracterizados por un orden de lo real marcado por la inmixión de las ciencias formales en nuestra vida, nos percatemos de esta influencia o no.

Dice Lacan: "toda la historia de las matemáticas demostró que no hay lugar donde se demuestre, que no hay lugar donde sea más verdadero que lo imposible, es lo real." Y esta forma de operar de las ciencias determina un sujeto: el que llamamos sujeto de la ciencia.

Habiendo establecido el estatuto del sujeto, Lacan señala que hay algo en el estatuto del objeto de la ciencia que no parece elucidado. Dice: "de la posición del psicoanálisis dentro o fuera de la ciencia, hemos indicado también que esa cuestión no podría resolverse sin que sin duda se modifique en ella la cuestión del objeto en la ciencia como tal."

Para Lacan, una epistemología que estuviera a la altura de las circunstancias debería esclarecer los problemas de la subversión del sujeto y del estatuto del objeto. Y, como ya dijimos, la pregunta por las relaciones entre el psicoanálisis y la ciencia no se resuelve mediante el recurso a la ubicación de aquel por fuera o por dentro de esta última.

Y en cuanto al objeto del psicoanálisis:

"El objeto del psicoanálisis / no es otro sino lo que he adelantado ya de la función que desempeña en él el objeto a. ¿El saber sobre el objeto a sería entonces la ciencia del psicoanálisis? Es muy precisamente la fórmula que se trata de evitar, puesto que ese objeto a debe insertarse, ya lo sabemos, en la división del sujeto por donde se estructura muy especialmente / Por eso era importante promover primero, y como un hecho que debe distinguirse de la cuestión de saber si el psicoanálisis es una ciencia (si su campo es científico), ese hecho precisamente de que su praxis no implica otro sujeto sino el de la ciencia."

Recordemos aquí una vez más que cuando Lacan habla de la ciencia, por ejemplo en la expresión 'sujeto de la ciencia', se refiere a la ciencia moderna, a la que se establece a partir de las formulaciones cartesianas.

Lacan sostiene respecto del cartesianismo una actitud compleja. En una de sus primeras referencias, en el escrito sobre "El estadio del espejo…", señala que "es necesario decir, de la experiencia analítica, que nos opone radicalmente a toda filosofía que tenga que ver con el cogito." En este contexto, esta cita significa que el psicoanálisis debe oponerse a todo idealismo de la conciencia o del yo. El cogito representaría el concepto occidental moderno del yo, basado en las nociones de autosuficiencia y autotransparencia. El descubrimiento del inconsciente por Freud subvierte el concepto cartesiano de subjetividad, ya que refuta la ecuación 'sujeto = yo = conciencia'. En otros momentos de sus desarrollos, Lacan propone que si se oponen el sujeto y el yo, el sujeto del cogito es en realidad uno y el mismo sujeto del inconsciente. Se aproxima así al método cartesiano, que avanza desde la duda hasta la certidumbre, con la diferencia crucial de que no parte del enunciado 'pienso', sino de la afirmación 'eso piensa'. Luego el cogito será reescrito de diversos modos, por ejemplo 'pienso donde no soy, por lo tanto soy donde no pienso.' (Estas formulaciones de desarrollan extensamente en el Seminario XIV: La lógica del fantasma.)

En el escrito sobre el que estamos trabajando, "La ciencia y la verdad", Lacan propone esta reescritura del cogito cartesiano: "(…) no es vano repetir que en la prueba de escribir: pienso: "luego soy", con comillas alrededor de la segunda cláusula, se lee que el pensamiento no funda el ser sino anudándose en la palabra donde toda operación toca a la esencia del lenguaje."

¿Querés seguir leyendo?

¡Muy fácil! Accedé gratis a todos los contenidos de nuestra plataforma con artículos escritos por profesionales de la psicología.

Al continuar con Google, aceptás nuestras Condiciones de uso y Política de Protección de Datos


PUBLICIDAD

Escrito por

Ricardo Comasco

Consultá a nuestros mejores especialistas en psicoanálisis
Dejá tu comentario

PUBLICIDAD

últimas notas sobre psicoanálisis

PUBLICIDAD