Relacion tóxica, golpes y culpa
Hace más de 2 años terminé con mi ex, fue mi primer novio. La verdad es que la pasábamos muy bien juntos, teníamos mucha química, fue mi primer todo. La cosa se complicó una vez, llegando a los 6 meses de relación, que lo descubrí mensajeándose en secreto con su ex novia, con la que había rumores de que habían estado juntos aún después de haber roto. El la utilizaba porque ella no era capaz de superarlo. Se burlaba de su ex novia a sus espaldas, no eran muy amigos, y al enterarme de que hablaban me enojé, no solo por los rumores, sino porque me lo había ocultado. Ese día habíamos salido a dar un paseo en una zona más cerca de la ciudad, y en vez de seguir paseando y peleando por esto, decidí irme con mi bronca a mi casa y hablarlo luego más tranquila, pero se ofendió y nunca me perdonó por ello.
Pasadas unas pocas semanas él fue al viaje de egresados con sus compañeros del secundario, donde claramente iba su ex. Yo solo le pedí que si me engañaba, que me lo dijera, que no me humille mintiéndome.
Claramente me engañó, pero no me lo dijo hasta pasado nuestro aniversario y un poco más. Para la altura de nuestro aniversario, ya nos veníamos peleando porque yo tenía una mala sensación, sentía que me mentía, que me ocultaba la verdad. Nunca fui celosa, tampoco controladora. Solo me molestaba su ex por los rumores, y que me ocultase su supuesta "amistad" con ella, cuando yo confiaba plenamente.
Por eso, cuando estábamos en una fiesta, a un amigo de él se le escapó que creía que nos peleábamos tanto porque yo me había "enterado" de lo sucedido en el viaje, y que seguían hablando y la tenía agendada como "mecánico". Ahí lo confronté a mi ex y me dijo que fue solo un beso que se dieron en el viaje. Más hablamos, más cosas me contaba: que de un besito en realidad fue un beso de 10 minutos, que al final fue más que un beso, que hubo manoseo, que del manoseo tuvieron relaciones, que no fue solo una vez, que se repitió después del viaje. Yo me quería ir llorando a mi casa, pero él me agarraba para que me no me fuera. Honestamente, yo también hice una escena: no paraba de gritar y llorar, caminando hacia mi casa. Y el me seguía agarrando y tironeando, hasta que frenó un patrullero y la policía me preguntó si estaba bien. Yo dije que me quería ir a mi casa y mi ex no me dejaba, ahí me soltó y se fue.
A partir de ahí todo fue en picada: él me pedía volver, volvíamos, yo seguía muy insegura y paranoica, nos peleábamos, terminábamos, y alguno de los dos nos volvíamos a buscar, a veces él, a veces yo.
Teníamos discusiones muy agresivas: nos insultábamos y humillábamos, nos bloqueábamos, nos perseguíamos. Un ciclo que por suerte duró 3 o 4 meses.
Varias veces discutíamos en su auto, y una vez me dio un manotazo en el muslo.
Esto fue hace más de dos años. Me siento demasiado culpable y no creo que corresponde volver a escribirle después de tanto tiempo para pedirle disculpas de nuevo, cuando él ya re hizo su vida, tiene otra novia.
Yo sé que no soy una santa, que no soy víctima porque yo también di pelea cuando nos peleábamos, yo también insultaba y gritaba. Yo sé que él no fue un santo, pero yo lo perdoné por todo lo que me hizo; pero no me siento merecedora de ningún perdón, creo que fui muy violenta y no tengo manera de remediarlo.
A veces miro sus redes, sin escribirle nada, y tira indirectas sobre mí, como la ex loca, y haciendo alusión a una vez que lo mordí (de la cuál honestamente no me acuerdo, así que no sé si es verdad o mentira). A veces me da miedo que me haga un escrache, que siga hablando mal de mí tan públicamente, que vuelva en algún momento a arruinarme la vida.
Yo la verdad no sé qué hacer para dejar todo esto atrás, volver a sentirme buena persona y dejar de castigarme por esto. A veces me cae de golpe el recuerdo, siento un nudo en la garganta, lloro en silencio y me siento muy mal. Sé que cambié mucho yo como persona, después de esto. Hago muchas meditaciones, me cuido en lo que digo, y aprendí a controlar mejor mi ira en las discusiones, jamás repetí lo que me pasó con él, pero no hay manera que pueda dejar ir el hecho de que lo golpeé, dejar de sentirme un monstruo.