¿Cuándo acudir a una terapia familiar?

Los conflictos aparecen cuando una tensión presiona a la familia o cuando se ha llegado al límite de la paciencia. Los cambios no se generan desde adentro porque no se sabe bien cómo actuar.

15 ABR 2018 · Lectura: min.
La familia perfecta no existe. Conflictos y cambios son parte del paisaje cotidiano. La familia se transforma a través de los años y a partir de situaciones naturales como los nacimientos, la enfermedad o la muerte. Se va adaptando y reestructurando.

Hay momentos en que se perciben urgentes ciertos cambios pero los miembros de la familia no saben cómo generarlos, porque no todos están dispuestos a ellos. Ese es el momento adecuado para pedir ayuda profesional externa.

En medio de un conflicto las reglas y los roles de la familia se hacen confusos o se encuentran rebasados. Se generalizan las prohibiciones, las expectativas se confunden y los valores y objetivos esenciales pierden importancia. Crisis de esta naturaleza son normales en las familias de hoy en día, y es importante saber que los cambios implican nuevas adaptaciones que no siempre son fáciles de aceptar.

La familia

Es un marco de contención aceptado por el mandato social desde hace siglos. Se lo concibe como un sistema abierto, en donde cada uno de sus miembros está íntimamente relacionado por lo que la conducta de cada uno influye en los demás.

La familia perfecta no existe. Conflictos y cambios son parte del paisaje cotidiano. La familia se transforma a través de los años y a partir de situaciones naturales como los nacimientos, la enfermedad o la muerte. Se va adaptando y reestructurando.

Es muy común que la mayoría identifique a uno de sus miembros como el conflictivo o el problema. Este miembro siempre resulta ser el más vulnerable. En la terapia familiar se lo denominará paciente identificado.

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¿Cuáles son los conflictos frecuentes?

Los conflictos son momentos evolutivos y de crecimiento de la familia. De ninguna manera deben considerarse situaciones patológicas. Sin embargo hay crisis que se arrastran durante generaciones y pueden convertirse en disfuncionales si no se solucionan.

El primer problema es que la familia no puede indentificar la raiz del conflicto, por lo tanto nunca podrá resolverlo. En este caso es necesaria la terapia familiar, porque el/la profesional de la salud podrá descubrir cosas que la familia no ha podido ver.

Se pueden identificar 4 tipos de conflicto:

  1. Crisis de evolución o del ciclo vital: el nacimiento de un bebé, el matrimonio de los hijos, la jubilación de madre y padre. Todos estos son cambios que aunque son esperados, pueden en algunos casos presentarse como repentinos o dramáticos; y siempre son crisis reales y así deben ser manifestadas. Cuando la familia intenta impedir las crisis es que aparecen los conflictos.
  2. Crisis externas: se relacionan con un suceso inesperado. Ejemplo la muerte, un accidente, el desempleo de uno de los miembros. Si en cualquiera de estos casos se buscan culpables estamos frente a una situación de conflicto. Tampoco es posible una adaptación a la crisis porque se piensa en lo que se podría haber hecho por evitar estos sucesos.
  3. Crisis estructurales: Es la más complicada ya que la familia repite antiguas crisis, reiterándolas en cada situación de conflicto. La tensión surje de fuerzas encubiertas e internas, es decir que para los miembros de la familia no está claro el motivo del conflicto y tratan de evitar que se produzca un cambio. Es el caso de familias con miembros violentos o adictos, o con intentos de suicidio.
  4. Crisis de atención: Se da cuando existen miembros desvalidos o dependientes. Esta persona mantiene a toda la familia aferrada con sus reclamos de cuidado y atención. La crisis se manifiesta cuando los demás miembros se ven coartados en sus actividades diarias por estas exigencias. Estas crisis involucran a terceros, de los que dependen para su sostén económico, o cuidado del miembro en cuestión.

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Obstáculos que dificultan el cambio

Los obstáculos suelen estar encubiertos, por lo que es difícil que la familia los reconozca y avance. Tipos:

Comunicativos: los famosos secretos familiares son los principales impedimentos de cambio. Son familias donde "de eso no se habla", aunque se trate de un secreto a voces.

De rol: como en cualquier grupo social, en la familia están asignados roles. Lo disfuncional es la rigidez o el incumplimiento en la asignación de estos roles. Por ejemplo cuando todo el peso de una situación particular recae sobre un solo miembro, mostrándolo como el conflictivo. El resto de los miembros se desentiende de la situación y el problemático se vuelve vulnerable y responsable del conflicto permanente.

De reglas: las reglas permiten o prohíben hacer ciertas cosas. Se vuelven disfuncionales cuando endurecen o no se cumplen.

Históricos: Son las cuestiones que no han sido resueltas y quedan rondando y acechando a la familia durante mucho tiempo, incluso generaciones enteras. Situaciones dramáticas o simplemente conductas individuales que se dan por hechas aunque no todos lo acepten. Un ejemplo drástico puede ser un marido golpeador y una mujer que lo niega; o casos manos graves como que un miembro siempre reaccione gritando o enojándose repetitivamente.

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¿Cómo se puede afrontar una crisis familiar?

Siempre habrá que evaluar la capacidad que tenga la familia para enfrentar los problemas y resolverlos. Depende de muchos factores como la comunicación, organización, los recursos y limitaciones y los sistemas de creencias que la rijan. Los procesos que van a ayudar a la familia a enfrentar las crisis pueden provenir del interior, como los amigos o familiares; o del exterior como terapeutas, psicólogos, sacerdotes y/o grupos.

Para aprender de los conflictos y salir fortalecidos cuando se los supere, es fundamental que la familia sea flexible y se abra a una ayuda real. La comunicación debe ser sincera o modificarse si ha habido secretos guardados por años que resultaron muy dañinos. También es importante contar con una red social que sea consecuente y resulte un verdadero apoyo en circunstancias desfavorables.

La psicoterapia familiar es muy útil en el tratamiento de familias en crisis. El profesional de la salud mental cuenta con las habilidades para ayudar a la familia a resolver los conflictos con éxito. Una de las razones principales es que es una persona ajena al entorno familiar por lo que puede actuar de manera imparcial y ubicarse desde el distanciamiento, ofreciendo mayor claridad en su mirada sobre los hechos.

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