Deportes en tiempo de pandemia

Actualmente, muchos deportistas se encuentran realizando rutinas de entrenamiento físico en sus casas, algunos hasta siendo creativos al momento de levantar peso con paquetes de harina, azúcar.

28 ABR 2020 · Lectura: min.
Deportes en tiempo de pandemia

Hace días supimos del virus y de sus consecuencias; tuvimos conocimiento de la pandemia; visibilizamos el estado de la salud pública; y finalmente nos encontramos con el aislamiento físico, en cuarentena obligatoria.

Coronavirus: aquel que vino a irrumpir, generando incertidumbre, inestabilidad, miedo, angustia, inseguridad, cansancio, pérdida, no sabiendo dónde están los límites (¿hasta cuándo?), generando teorías sobre lo que se debería hacer, cómo ocupar el tiempo, qué comer, qué mirar, qué escuchar…

¿Y el deporte?

Como para definir brevemente, el deporte, en general, es una práctica reglamentada que se comparte con otros, desarrollando relaciones sociales, en un espacio y tiempo determinado, sujeto a reglas, donde se busca obtener resultados en diferentes competencias, cuyos objetivos son las mejoras de las condiciones física, técnica, táctica y psíquica de quienes participan.

Previo a los entrenamientos, los directores técnicos y preparadores físicos, planifican la práctica. Los deportistas se preparan para la competencia (propia, entre compañeros y con el rival).

Durante los entrenamientos, intervienen todos los sentidos, sobre todo en deportes de equipo, es frecuente el contacto físico, el impacto, el agarrón, la felicitación a través de chocar las manos y/o abrazar, se siente la textura de la pelota, se corrobora cuán inflada está. Se escuchan los gritos, las indicaciones, el silbato, el rebote de la pelota, el impacto, la música. Se siente el olor a humedad de los cuerpos, el pasto recién cortado, los perfumes. Se mira alrededor: al rival, a las compañeras, las líneas que delimitan la cancha, el cuerpo. Se siente el gusto de la fruta que se ingirió antes de empezar a entrenar, el agua fresca, la saliva pastosa.

Las rutinas se cumplen aún con el aislamiento.

También se piensa, se toman decisiones, se reacciona ante los estímulos y se siente: enojo, alegría, satisfacción, frustración, miedo, ira, bienestar, etc.

Se nota el cuerpo fuerte o cansado. Se disfruta de la charla en los vestuarios, de los chistes, de las torpezas del momento, de los viajes, de las quejas, del grito al unísono que estremece al pronunciar el nombre del club.

¿Dónde queda todo eso en cuarentena?

Actualmente, muchos deportistas se encuentran realizando rutinas de entrenamiento físico en sus casas, algunos hasta siendo creativos al momento de levantar peso con paquetes de harina, azúcar.

Aun así, todo encuentra sus limitaciones: no se corre, no se marca, no se ataca, no se hacen pases, no hay toma de decisión en cuanto la lectura del juego no aparece.

Si parte del deporte, es competir, ¿Cómo se atraviesa este tiempo sin poder hacerlo? ¿Es similar a una lesión? Si parte del deporte es estar con otros ¿La cohesión grupal se verá afectada?, si el deporte implica motivación, ¿Cómo hacer para continuar? ¿Para qué esforzarse hoy si no sé cuándo finalizará la cuarentena?

Tal vez, el aislamiento físico permita dar cuenta de la importancia del entrenamiento invisible, ese que muchas veces, queda relegado.

El descanso apropiado, una nutrición adecuada (dentro de las posibilidades y consultando a profesionales idóneos), y, sobre todo, conectar con nuestros sentimientos y emociones. Reconocernos en lo que nos pasa, en cómo respondemos ante lo adverso, ante lo irremediable. Identificar lo que nos sucede, cómo lo afrontamos, con qué recursos psíquicos. Pensar el rol de cada uno dentro del contexto deportivo, reconocerse (o no) en las palabras de otros.

En definitiva, ¿No son los deportistas los que se preparan para enfrentar lo adverso? Un resultado negativo, una lesión, un cambio de entrenador, de club, horas de viaje, acomodarse los horarios y dividirse entre el estudio, el trabajo, la familia y amigos, entre otros.

No existen recetas acerca de cómo actuar en este tiempo que viene a interpelar lo que conocemos hasta ahora.

Pero si existen objetivos que se plantean al inicio de una temporada, que permiten mantener el enfoque en la tarea grupal, que involucra el bienestar físico (mantenerlo, sostenerlo), que marcan el horizonte y sostiene las ganas, motoriza, motiva para cuando esto –en algún momento-acabe o se modifique.

No se puede estar en la cancha, no se puede habitar el espacio con compañeras/os, no se puede correr, no se tienen los elementos

¿Querés seguir leyendo?

¡Muy fácil! Accedé gratis a todos los contenidos de nuestra plataforma con artículos escritos por profesionales de la psicología.

Al continuar con Google, aceptás nuestras Condiciones de uso y Política de Protección de Datos


PUBLICIDAD

Escrito por

Ana Laura Ponce

Consultá a nuestros mejores especialistas en psicología del deporte
Dejá tu comentario

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD