¿Cuándo empezar una terapia o psicoterapia?

Afortunadamente, hoy en día, el rol del psicólogo está mucho más aceptado que en años anteriores. Antiguamente, se pensaba que los psicólogos eran solamente para los llamados "locos" (aquellas personas que sufren muchísimo y no entendemos bien por qué). Con el correr de los años, esto felizmente cambió.

Ahora bien, ante este panorama resulta importante reflexionar cuándo una persona puede verse beneficiada por una psicoterapia y cuándo no.

Antes que nada, no todas las personas están dispuestas a trabajar por su salud. Eso, es algo fundamental a tener en cuenta.

La psicoterapia requiere que el paciente (o consultante) tome un rol activo en su salud. No nos va a ayudar en nada hablar una hora por semana sobre nuestros problemas. Con eso solo no alcanza, si bien, puede brindarnos una sensación de desahogo.

Para sentirnos diferente y cesar nuestro sufrimiento, necesitamos de un esfuerzo y trabajo continuo. Aquí entra en juego la importancia de que el consultante pueda entender que es vital realizar las actividades, registros, y tareas que el profesional ha pensado para él o ella. Las tareas entre sesiones son tan importantes como la sesión en sí misma, y son la prolongación de la hora de trabajo en el consultorio. Mientras más esté el paciente comprometido con su terapia y con las tareas, mejor será la evolución y pronóstico de su tratamiento. Es por eso que, en general, los tratamientos de las terapias cognitivo conductuales, son más breves que en otras terapias. Esto es así, porque se trabaja muy intensamente y se acortan las sesiones necesarias para que la persona se sienta mejor.

Habiendo echo esta aclaración, ahora sí, vayamos al punto de este artículo.

La terapia o psicoterapia puede ayudar a una persona que está sufriendo o que tiene obstáculos para vivir la vida que realmente quiere o desea. Acá tenemos dos cuestiones a tener en cuenta:

• Una persona puede estar viviendo sin una guía clara de lo que es importante para su vida. Una persona así, es como un barco a la deriva. Es fundamental tener presente, qué cosas son valiosas para nosotros y que no. Teniendo esto claro, nos tenemos que comprometer con esto. A estos aspectos relevantes para nuestras vidas les llamamos valores, que son lo mismo que las metas, ya que, estas últimas se alcanzan y allí concluyen. En cambio, los valores se encarnan día tras día, empezando desde cero con cada amanecer.

Por ejemplo, una meta puede ser llegar a recibirme de psicólogo, y cuando lo haga allí termina. En cambio, un valor para mí, puede ser trabajar todos días para ser un psicólogo responsable y compasivo, siendo esto muy relevante en mi satisfacción vital, dándole sentido a mi vida.

• En segundo lugar, hay muchas personas que tienen bastante en claro el punto anterior, pero, por cuestiones que los exceden no pueden llevar a cabo conductas orientadas a sus valores. Aquí podemos mencionar, que una persona sufra de trastornos de ansiedad, depresión y no pueda salir y trabajar por aquello que desee, o no pueda realizar actividades que le otorguen sentido y satisfacción para su vida.

En cualquiera de estas dos situaciones, y habiendo echo la aclaración del principio, estamos habilitados para considerar que la persona puede, y se beneficiaría mucho de empezar una psicoterapia. Dicho esto, es obligación del terapeuta aclararle al consultante qué, cómo y cuánto tiempo van a trabajar juntos.

Deseo mucho que este artículo les pueda servir de ayuda.

Les dejo un cordial saludo, Lic. Javier Igancio Cordini.

Bibliografía consultada

Maero, Fabián (2022) Croquis, una guía clínica de Terapia de Aceptación y Compromiso. Editorial Dunken.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos.com.ar no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos.com no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.