Mujeres dependientes de una relación psicopática.

La relación tóxica entre un hombre con características psicopáticas y una mujer complementaria. Cómo se inicia y sus etapas de desarrollo.

11 JUL 2020 · Lectura: min.
Mujeres dependientes de una relación psicopática.

Muchas veces una relación afectiva se transforma en una pesadilla, especialmente cuando la unión se produce cuando una mujer se encuentra con un estado de vulnerabilidad y necesidad de encontrar a un otro que "llene" su estado de vacío afectivo. Es muy probable que no pueda percibir que puede establecer un vínculo tóxico con una persona con características psicopáticas. El psicópata, no es un asesino serial, ni un ser antisocial preferentemente, sino un ser que tiene necesidad de satisfacción personal con el otro a quien cosifica y le saca provecho de lo que él quiere de su pareja. El individuo con características psicopáticas "huele" a su próxima víctima o complementaria como se la suele llamar. Esto quiere decir que es un ser que tiene "paciencia" para captar a la persona que encaja con sus necesidades especiales, la busca, la seduce, y previo a la seducción sabe los puntos débiles y vulnerables de su víctima, la seduce en aquellos sectores de necesidad, y le hace sentir un estado de felicidad y éxtasis que nunca tuvo (luna de miel). Es allí donde la mujer siente que ha conocido a su verdadero hombre y sella internamente esta alianza. Esta es nada más que una preparación destinada a paralizarlas psicológicamente, no es amor, es planificación psicopática, sirve para favorecer su poder abusivo, posteriormente la aísla de sus vínculos más íntimos, y comienza la etapa del control. En esta etapa es donde se instala la indefensión aprendida, la complementaria es incapaz de decodificar este modo de destrucción de su autoestima, cree que aún él la cuida, cuando en realidad los sentimientos que él le expresa carecen de afecto y profundidad, y está plagado de mentiras y embarullamiento a los efectos de su tejido perverso en donde atrapa a su víctima. Es un proceso de manipulación que incluye todos los puntos anteriores, como ser la selección (alguien vulnerable al momento del inicio de la relación), la seducción a los efectos de sacar provecho de una necesidad personal, la satisfacción al otro para generarle deslumbramiento y de ese modo capturarla. Una vez satisfecha su necesidad el psicópata pasa a la última fase que es desecharla, a modo de cosa, dejando en el otro la marca de haber pasado por una gran destrucción de su personalidad. No puede comprender "qué hizo" mal para el abandono, la desvalorización que le inflige, y persiste en buscarlo y que le de otra oportunidad porque no puede comprender la lógica psíquica de un psicópata que es diferente a su modo de razonamiento. Queda en un estado de "despojo humano" que debe ser reconstruido terapéuticamente recién cuando terminó la relación con su destructor.

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Escrito por

Monica Arcas

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