Cuando lo angustiante es el después del aislamiento- ansiedad social-

Quienes padecen ansiedad (o fobia) social se sienten como pez en el agua durante la cuarentena, sin interacción alguna, no se sienten expuestos y sí " a salvo" en su casa y aislados de todo lo que los perturba, un mundo que los hace sentir vulnerables, desprotegidos, indefensos y pone en jaque de modo permanente su autoestima, autovaloración, concepto de sí, ya que dependen mucho de la mirada del otro.

Para muchos, ya en terapia y realizando "tareas cotidianas" para vencer sus miedos, viendo interrumpida la rutina de ejercicios, metas y logros sociales, es un "volver a empezar de cero", generándoles sentimientos de impotencia y frustración y muchas dudas e inseguridades.

A- La fobia social comprende miedo, ansiedad y evasión -como toda fobia- que interfieren en la rutina diaria, trabajo, escuela, reuniones, etc

Los situaciones frecuentes y cotidianas pueden ser difíciles de soportar cuando se padece ansiedad social. Por ejemplo:

• Interactuar con personas poco conocidas o con extraños
• Asistir a reuniones sociales
• Ir al trabajo o a la escuela
• Iniciar y sostener conversaciones
• Hacer contacto visual
• Tener citas
• Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados
• Comer frente a los demás
• Usar un baño público

B- Síntomas

- A nivel psicológico-conductual

• Temor a situaciones en las que puedas sentirte juzgado
• Sentirte avergonzado o humillado, lo que genera angustia
• Miedo intenso de interactuar con extraños y a que los demás perciban tu ansiedad
• Temor a tener síntomas físicos de ansiedad y timidez (sonrojarse, sudar, temblar, que te tiemble la voz)
• Dejar de hacer algunas actividades o de hablar con personas por miedo a sentirte incómodo o avergonzado
• Evitar ser centro de atención
• Analizar tu desempeño e identificar fallas en tus interacciones
• Esperar las peores consecuencias de una experiencia negativa en cualquier situación social

- A nivel físico

• Rubor
• Latidos del corazón rápidos
• Temblores
• Sudoración
• Malestar estomacal o náuseas
• Dificultad para respirar
• Mareos o aturdimiento
• Sentir que la mente se pone en blanco
• Tensión muscular

Con hipnosis reforzamos este fortalecimiento y transformamos pensamientos y afectos negativos -vinculados a interacción social- iniciando o continuando el pasaje desde dependencia a autonomía emocional.

En el contexto actual trabajaremos a la vez para aliviar manifestaciones de estrés pos-traumático, que se manifestarán acorde a cada singularidad.

Fuentes Consultadas:

Entrenamiento en habilidades de afrontamiento, Meichenbaum, J

El proceso interpersonal en la terapia cognitiva, Safran, J

Hipnosis Clínica, Erickson, M

Obras Completas, Freud, S

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