Aprendé a querer tu lado oscuro

Hacerte consciente de tus  temores ocultos,  reconocer tus miserias y aceptar tus  defectos, te permitirá vivir en paz con vos mismo. 

De nada sirve evitar mirarnos al espejo por miedo a ver lo que no nos gusta, como tampoco observarnos para juzgarnos. La culpa no nos libera sino que nos oprime y nos angustia.

El simple hecho de sospechar que uno tiene miserias que detesta y no puede aceptar, coloca a la persona en una guerra interior consigo misma. Cuando aceptamos como normal que toda la humanidad tiene una parte de su personalidad en la sombra, un lado oscuro que niega, logramos reconocerlo, aceptarlo y nuestros fantasmas desaparecen.

¿Qué es el lado oscuro?

Aquellos rasgos o características psicológicas  que hemos suprimido o rechazado, que son inconscientes y no han visto la luz, forman nuestro lado oscuro. Son aspectos, conductas y sentimientos que consideramos inaceptables y rechazamos, como la mentira, la ira, los celos, la vergüenza, la lujuria, el egoísmo, la avaricia, la pereza, etc.

Es común que reconozcamos nuestras miserias en las personas que nos rodeen y las rechacemos desmesuradamente. Todas esas actitudes que en los demás nos molestan y nos generan rechazo, desprecio o ira, probablemente formen parte de ese lado oscuro que tenemos.

¿Cómo iluminar nuestro lado oscuro?

El primer paso es el reconocimiento. Es necesario realizar una introspección para re-conocernos y aceptar esos aspectos que rechazamos y negamos en nuestra personalidad.

Todos estos aspectos una vez reconocidos deben ser aceptados e integrados porque si los ignoramos se volverán monstruos que actúan en nuestra contra.

Cuando logramos integrar nuestros sentimientos oscuros, aumentamos nuestro autoconocimiento, y esto nos permite quitarnos culpas y perdonarnos.

Si no logramos aceptar nuestros errores y tomar conciencia real de nosotros mismos, nos resultará difícil vincularnos con los demás. En cambio, cuando la sombra se hace consiente podemos mejorar el control de  nuestras conductas y relacionarnos de manera más sana con el mundo.

La tarea de amarse a uno mismo, también implica amar las partes de nuestro ser  que nos desagradan. Reconciliar nuestras luces y sombras, integrar nuestros aspectos negativos y positivos nos permitirá la armonía y la paz interior.

Realizar una terapia psicológica nos ayuda a reconocernos tal y como somos y no como creemos ser. Al fin y al cabo no hay nada que sea tan humano como tener defectos y virtudes.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos.com.ar no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos.com no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.