Cómo gestionar mejor la frustración y fortalecernos en época de cuarentena (por covid-19)

Los días de aislamiento por COVID-19 interfieren en el presente y futuro de cada persona, siendo esperable sentir frustración. Aumentemos la tolerancia a la misma y fortalezcámonos.

7 ABR 2020 · Lectura: min.
Cómo gestionar mejor la frustración y fortalecernos en época de cuarentena (por covid-19)

La frustración es una respuesta emocional relacionada con la decepción, que surge al percibir que las cosas no salen como queremos, va acompañada con expresiones de ansiedad, angustia, enojo.

La situación de aislamiento preventivo es una gran dificultad que obstaculiza continuar con nuestra vida tal como era. Un día nos levantamos y el mundo externo e interno cambiaron.

Se siente vulnerada la libertad, los derechos individuales, en pos del bien mayor -combatir al virus que ataca a toda la humanidad- generando cierto conflicto interno; se manifiesta el "malestar en la cultura" del que hablaba Freud.

El aislamiento conlleva un estado regresivo y los niños no toleran bien la frustración.

Una adecuada gestión de la frustración consiste en aceptar el evento externo -cuarentena- y el interno -la vivencia emocional que nos provoca: angustia, ansiedad, estrés, agresividad, culpa, incertidumbre.

Si aumentamos la tolerancia a la frustración a la vez nos fortalecemos y utilizamos este tiempo como "trampolín" para cuando volvamos a la "normalidad".

La tolerancia a la frustración hace referencia a cómo nos enfrentamos y manejamos la frustración.

¿Cómo aumentarla?

  • Cambiá tu actitud hacia la no consecución inmediata de tus metas, pensando detenidamente cuánto afectará hacer dentro de un tiempo lo que no estás pudiendo realizar ahora; verás que no será tan catastrófico en la realidad como fantaseabas o creías.
  • Cambiá tu actitud hacia la frustración: aceptala como parte de la vida y centrate en pensar cómo adaptar la consecución de lo que querés/necesitás a la situación actual, desde la creatividad.
  • Identificá tus creencias irracionales: cada vez que registres frustración, enojo, tristeza, ansiedad, prestá atención a tus pensamientos y escribilos.
  • Identificá los "debería, nunca, siempre, no soporto, no puedo", cómo te hacen sentir, cuál es su utilidad y buscá alternativas que te hagan sentir mejor.
  • Practicá la frustración: hacé una lista de situaciones que suelen frustrarte, en tu interior y en tu casa y exponete al menos a una de ellas por semana, comenzando con las más fáciles.
  • Accioná: para adaptar la situación de encierro y que te resulte menos frustrante, pensá en algo que puedas hacer para no sentirlo como pérdida -ejemplo: leer, escuchar música, escribir.
  • Obstáculos no son fracaso: date permiso de estar y/o sentirte estancado/a, manteniendo la calma, el optimismo, la paciencia; cultivá tolerancia, perseverancia, constancia.
  • Diferenciá deseos de necesidades: hacé una lista con tus deseos y otra con tus necesidades (relativas a funciones biológicas) y preguntate qué es lo peor que pasará si no obtenés lo que deseás YA, sino diferido en el tiempo.
  • Analizá la situación: cada día identificá que hiciste bien y qué mal, pensá alternativas posibles sobre cómo incluir lo positivo en las conducta inadecuadas; construirás de a poco a la mejor alternativa de acción en lo que resta de cuarentena. A la vez te vas ejercitando para el próximo gran cambio que será volver a la rutina previa.

Fuentes Consultadas:

Frustración y Regresión, Barker, R.

Teoría de la Frustración, Amsel, A.

Hipótesis frustración- agresión, Berkowitz, L.

Malestar en la Cultura, Freud, S.

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Escrito por

Lic. Cristina Cubisino

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Comentarios 1
  • Mariela Gentile

    Excelente artículo y tan necesario en la actual realidad. Gracias Cristina. ¡¡Me ayudaste!!

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