Los juegos del lenguaje y la ética hermenéutica

¿Cómo el lenguaje conforma nuestro pensamiento? ¿Qué relación tiene con la hermanéutica y la ética? Descubre cómo se vinculan y cómo te pueden ayudar.

9 ABR 2024 · Lectura: min.
Los juegos del lenguaje y la ética hermenéutica

No aprendemos el sentido de las palabras que utilizamos a partir de los conceptos que ellas definen, sino a través de la práctica del lenguaje. Existen múltiples juegos del lenguaje. La historia, como disciplina, puede ser considerada un juego del lenguaje, al igual que la psiquiatría o el psicoanálisis. Las disciplinas psi por ejemplo, requieren de un lenguaje en común, una koiné, para entenderse y abordar lo patológico.

En este sentido, el diagnóstico remite al agrupamiento de los distintos síntomas en cuadros nosológicos cuya finalidad es la de comprender, abordar y curar. Las maneras de comprender la locura, es decir, la variedad de interpretaciones y tratamientos utilizados para la recuperación del paciente, se incluyen en los juegos del lenguaje de cada contexto social, que a su vez se van modificando de acuerdo a la variación de las reglas de juego que cada época impone.

¿Qué es el juego del lenguaje dentro de la psicología?

El diagnostico psiquiátrico que hoy utilizamos en nuestra práctica, es un constructo social de los médicos en su afán por monopolizar el saber sobre la locura e incluir a la psiquiatría en el juego del lenguaje de la ciencia. Hasta la década del ´50 el uso de las diferentes terapias quedaba justificado por la necesidad de legitimar a la psiquiatría como rama de las ciencias médicas. De allí que la psiquiatría agrupó, clasificó y generalizó cuadros patológicos haciendo "un esfuerzo por quitar la singularidad del sujeto y comprender el cuadro clínico como entidad que tiene una historia. A partir de aquí se pudo introducir la estadística en la medicina y particularmente en la psiquiatría para ubicarse como ciencia". (Golcman, 2017 p. 19). Preocupados por el devenir de la disciplina como rama de la ciencia, los psiquiatras utilizaron la violencia física y simbólica.

El cerebro de los pacientes quedaba al servicio de las más violentas prácticas psiquiátricas (lobotomía, terapias de electroshock, inyecciones de leche, de insulina, etc.). Con la declaración de los DDHH y el Movimiento de Salud Mental se modifican las reglas del juego. El descubrimiento de los psicofármacos y sus efectos sobre el sistema nervioso central, junto con la inclusión de otros profesionales de la salud mental en el dispositivo de tratamiento (los psicólogos, terapistas ocupacionales, enfermeras, asistentes sociales y psicopedagogas) generaron un cambio en la mirada clínica del psiquiatra y en el abordaje terapéutico.

En nuestro país, el hospital José Esteves de Lomas de Zamora a principios de los años ´70, desarrolló un proyecto piloto de comunidades terapéuticas en el cual la mirada estaba puesta no ya en lo biológico sino en cuestiones psíquicas, vinculares y socioeconómicas. La subjetividad pasa a ocupar un lugar central en el abordaje clínico y los pacientes comienzan a ser escuchados e integrados. La sociedad exige el cumplimiento de ciertas reglas para sostener el lazo social. Participar del juego del lenguaje social, desde el punto de vista jurídico, es una norma general excluyente. Con la estabilización, el paciente retorna al juego del discurso lógico razonable.

Para Henri Bergson (2013), "toda nuestra civilización, descansa sobre cierto número de ideas generales cuyo contenido conocemos adecuadamente, puesto que lo hemos hecho, y cuyo valor es eminente, puesto que no podríamos vivir sin ellas. La creencia en la realidad absoluta de las Ideas en general, tal vez incluso en su divinidad, proviene en parte de eso". p.72. En su libro El Pensamiento y lo Moviente, dice que es la vida social la que nos ha predestinado a ver el cambio y el movimiento como meros accidentes y a erigir la inmutabilidad e inmovilidad en soportes del lenguaje.

Un concepto extraído del objeto no tiene peso, de allí que surgirán una multiplicidad de sistemas diferentes, tantos como puntos de vista sobre la realidad que se examina. La diversidad de puntos de vista, "divide a la filosofía en escuelas distintas, cada una de las cuales retiene su lugar, elige sus fichas, e inicia con las otras una partida que no terminará jamás". p.190. Sin embargo, dice, la filosofía no consiste en escoger entre conceptos y tomar partido por una escuela, sino en colocarse por encima de las divisiones y buscar una intuición única desde donde se descienda a los diversos conceptos. Se desembocará entonces, según la pendiente que se escoja, en la unidad o en la multiplicidad, o en uno cualquiera de los conceptos a través de los cuales se intenta definir la vida moviente.

Pensar consiste habitualmente en ir de los conceptos a las cosas, y no de las cosas a los conceptos; de allí que el trabajo de la inteligencia no sea un trabajo desinteresado, es decir que no apuntamos a conocer por conocer, sino a conocer por un partido a tomar, un provecho a sacar, en fin, un interés a satisfacer. Estas actitudes son direcciones conceptuales de nuestro pensamiento, y en esto consiste el análisis, en la aplicación de los conceptos a las cosas, en orientar el pensamiento en cierta dirección o punto de vista. Entonces, los conceptos o esquemas en los que desemboca el análisis son inmóviles e inmutables durante el tiempo en que se los considera, y esto es así porque la ciencia tiene necesidad, para su propio desarrollo, de una base de operaciones sólida, pero querer penetrar con los conceptos hasta la naturaleza íntima de las cosas es aplicar a la movilidad de lo real un método que está hecho para entregar puntos de vista inmóviles.

Bergson profundizó en otro método de conocimiento que consiste en situarse en el objeto mismo mediante un esfuerzo de intuición; mientras el análisis opera sobre lo inmóvil, la intuición se sitúa en la movilidad o duración y reconoce lo real, lo vivido, lo concreto, por el hecho de que es la variabilidad misma. De la intuición se puede pasar al análisis pero no del análisis a la intuición. La intuición de nuestra duración, muy lejos de dejarnos suspendidos en el vacío como hace el puro análisis, nos pone en contacto con toda una continuidad de duraciones. En esto consiste el filosofar, en invertir la dirección habitual del trabajo del pensamiento

En referencia a la psicología, Bergson dijo que como las demás ciencias, procede mediante análisis y no descubre en la persona más que estados psicológicos. Sobre el terreno en el que se coloca el psicólogo, el "yo" sólo es un signo. El error es creer que permaneciendo en ese terreno podría encontrarse detrás de la palabra una cosa. "Por más que yuxtapongan los estados a los estados, multipliquen los contactos, exploren sus intersticios, el yo se les escapa siempre, de modo que acaban por no ver en él más que un vano fantasma". p195. Sigmund Freud consideró que la filosofía estaba en el mismo plano que la religión, resultando de ello un obstáculo epistemológico y un freno para el desarrollo del conocimiento científico.

¿Qué es el juego del lenguaje dentro de la psicología?

En este sentido, el rechazo de Freud a las ideas de Bergson fue manifiesto. Nerio Rojas, médico santiagueño y hermano del célebre escritor Ricardo Rojas, tuvo la posibilidad de conocer al maestro vienés en 1930, y comentó en un artículo publicado en el diario La Nación, el desacuerdo que manifestó Freud ante su comentario sobre los puntos de coincidencia que había encontrado entre su obra y la del filósofo francés : "Él es filósofo y yo soy médico; Bergson es defensor del libre albedrío y yo soy determinista; él propone la intuición, y yo la experiencia; él ignora el predominio de las tendencias en la forma estudiada por mí mismo". Ahora bien, las ciencias sociales han encontrado siempre problemas para la aplicación del método hipotético-deductivo, porque su objeto de estudio remite al dilema subjetividad-objetividad, el peso de lo ideológico, la ética, la apertura del lenguaje, etc., que requieren ir más allá del método científico.

¿Qué es la hermanéutica?

La hermenéutica es hoy lo que para el pensamiento occidental fue en los años ´50/´60 el marxismo y en los ´60/´70 el estructuralismo. En la edad de las imágenes del mundo, de los mass media, de la opinión pública y su inevitable conflicto, emerge el método hermenéutico, en el cual la interpretación del evento no está dirigida por una estructura estable del ser que pueda reflejarse en proposiciones, sino que se da desde múltiples horizontes y universos culturales, dentro de los cuales acaecen experiencias de verdad e interpretaciones diversas, de allí que este método consista en estudiar el mundo con apertura, humildad y prudencia. La hermenéutica no aspira, a diferencia de las ciencias, a explicar el mundo, se conforma con comprenderlo, es decir, con alcanzar una perspectiva coherente del mismo, que no pretende ser ni única ni definitiva.

Toda interpretación tiene como substrato una concepción ontológica. La concepción del hombre basada en la supremacía de la razón ha legitimado violentas prácticas en nombre del "progreso científico" y en el afán de pertenencia a ese discurso.Entonces, no es la ética deontológica la que supone una opción por la no violencia, sino una ética no separada de la filosofía, en tanto supone una ontología, una exigencia ontológica. El psicoanálisis, en tanto método de cura del sujeto, ha separado los problemas de la psicología, de los problemas de la filosofía y de la ética. ¿Es suficiente en dirección de la cura la pregunta ¿has actuado en conformidad con el deseo que te habita? ¿Deviene de esta experiencia un sujeto ético?

La pregunta por la ética es insoslayable en tiempos en los que la caída de los valores que sustentaban las comunidades y sus discursos, demuestra que el desierto sigue creciendo. Acaso la ontología posmetafisica, que concibe al ser-ahí como proyecto arrojado, y que supone una ética de la finitud y del respeto por la diversidad, no fundada en proposiciones de orden moral, religioso o doctrinal, sino en el más allá del principio lógico de la lucha por la vida, encauce hacia una posición ética. La vida no supone lucha sino arrojamiento. Desde esta posición de movilidad constante, de aligeramiento y de disolución, la interpretación que podamos dar en tanto evento, del mundo en general, y de la cura en particular, se dirige desde y hacia otro lugar.

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Escrito por

Lic. Lorena Martin

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Bibliografía

  • Aránguez Sánchez, T, (2018). ¿Qué es el método hermenéutico?https://arjai.es/2016/08/24/que-es-el-metodo
  • H. (2013). El pensamiento y lo moviente. Traducción Pablo Ires. Buenos Aires: Cactus.Golcman, A. (2017). El trabajo clínico psiquiátrico en el Buenos Aires del siglo XX. Madrid: Catarata.
  • Heidegger, M. (2011). La historia del ser. Traducción Dina V. Picotti. Buenos Aires: El Hilo de Ariadna: Biblioteca Internacional Martin Heidegger.
  • Pietrafesa, L. (1987). Federico Nietzsche. Aforismos. Buenos Aires: Enrique Santiago Rueda / Editor.
  • Vattimo, G. (1991). Ética de la interpretación. Traducción Teresa Oñate. Buenos Aires: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
  • Wittgenstein, L. (1973). Tractatus logico-philosophicus. Versión española de Enrique Tierno Galván. Madrid: Alianza Editorial, S. A.

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