Pautas para educar a un niño/a altamente sensible

Hay niños y niñas que perciben el mundo y lo que los rodea de un modo particular, con una sensibilidad diferente al resto. Algunos de ellos pueden desde pequeños intuir el complejo mundo de los adultos y extrañarse ante ello.

Son los niños y niñas con "alta sensibilidad". Parte de un grupo poblacional, el de las personas con alta sensibilidad, que según estudios incluye al 20% de la población.

¿Cómo son los niño/as con alta sensibilidad?

Existen patrones definidos que caracterizan a estas personas, más allá de que algunos rasgos heredados, la educación y las experiencias previas que son individuales, definen también la personalidad diferenciándolos entre ellos.

Estos patrones aparecen desde los pocos meses de vida:

• Sienten los cambios de luz y de temperatura desde muy temprana edad, a pocos meses de vida.
• Notan los sabores de las comidas también desde muy pequeños.
• Son muy sensibles y les hace daño el roce de ciertos tejidos y ropas.
• Lloran por cualquier cosa.
• Se lastiman con frecuencia.
• Les molestan estímulos que para el resto de los niños son "normales".
• Se asustan con sonidos inesperados.

En edad escolar el mundo de estos niños y niñas se vuelve más intenso:

• Se evidencian contradicciones y fuertes conflictos emocionales.
• Intuyen las emociones de los adultos y de otros niños.
• Se ofenden fácilmente.
• Se sienten heridos con cosas que sus compañeros ni siquiera entienden aún.

Los niños y niñas con alta sensibilidad sencillamente nacen con estas características. Lo que debemos hacer como familia y sociedad es entenderlos, y aprender de ellos para hacer su vida más fácil y menos dolorosa.

¿Cómo ayudar a los niños con alta sensibilidad?

• No los sobreprotejas. Es imposible protegerlos en todos los ámbitos de su vida y a toda hora. No es posible tampoco meterlos en un burbuja para que no sufran. Ellos tienen que aprender que el mundo es complejo, y que la mayoría de la gente no siente ni ve todo lo que ellos sí son capaces de percibir; pero es importante mostrarles que esto es un rasgo positivo de su personalidad, aunque no parezca a simple vista. Y que ellos también deben entender al resto que no los comprende.
• Ponete en su lugar. Estos niños y niñas tienen más bajo el umbral del dolor. Tanto física como emocionalmente sienten más el dolor. Ellos perciben cuando tenés problemas, si pasaste un día estresado, y te preguntará qué te pasa como si fuese un adulto. Explicales qué te pasa tomando en cuenta su edad; pero sin subestimarlos ni darles tanta información que los lastime aún más. Dialogá con ellos. Aunque los veas pequeños, ellos requieren respuestas a ese mundo complejo de los adultos que logran entender en algún punto.
• Respetá su búsqueda de soledad e intereses personales. Ellos realmente disfrutan la soledad, porque son más maduros y ven en esos espacios de intimidad una posibilidad de disfrutar de sus intereses, sus gustos y sus actividades personales. No los invadas.
• Buscá que socialicen. Respetá su lugar pero también ayudalos a socializar con sus pares. Ellos sienten con mucho dolor los desprecios o burlas de otros niños.
• Atendé a sus necesidades. Frecuentemente sus gustos son diferentes a los del resto de los niños de su edad. Les gusta el arte, la filosofía y la música. Facilitales el acceso a esos campos de aprendizaje y placer. No los coartes ni busques que les gusten cosas que a vos te gustaría que aprendan para no ser tan "distintos".

Lo más importante es que ello/as consigan -con la ayuda del núcleo familiar y de las personas más allegadas- un nivel de autosuficiencia necesario para desarrollar una alta autoestima que los enfrente al mundo.

Es probable que esta situación te supere, y requieras ayuda profesional. Psicólogo/as especializados en Psicología del Desarrollo pueden desarrollar una terapia y tratamiento adecuados para acompañar a la familia en todas las situaciones difíciles por las que atraviesa un niño/a con alta sensibilidad.

Ello/as sienten las cosas mucho más intensamente que vos y que la mayoría. La vida es para ello/as más especial y dramática en ocasiones. Pero debemos entender que eso no es una enfermedad ni un problema, es una característica única y maravillosa, que lamentablemente nuestra sociedad no entiende porque no está preparada para lo diferente. Si tu hijo/a tiene alta sensibilidad incluilo/a, potenciá esa cualidad especial, con paciencia y amor incondicionales.

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